Dependiendo del oncólogo, las terapias con fármacos se alargan hasta el final de la vida o se interrumpen

Paciente oncológica recibiendo tratamiento.
Paciente oncológica recibiendo tratamiento.


7 ago. 2024 14:00H
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La revista American Cancer Society Journal ha publicado un estudio elaborado por investigadores estadounidenses que refleja el criterio dispar de los oncólogos a la hora de planificar los tratamientos de pacientes en situación terminal durante los últimos 30 días de vida. Unos especialistas apuestan por continuar con la medicación hasta el final mientras que otros lo interrumpen.

La investigación ha señalado que el 95 por ciento de los oncólogos apuestan, en muchos casos, por recetar más medicación para combatir la enfermedad durante los últimos 30 días de vida mientras que el 5 por ciento restante recurre, de manera más frecuente, a fórmulas más conservadoras y paliativas cuando se trata de pacientes terminales.

En este sentido, ese 95 por ciento de oncólogos que recetan más apuestan por continuar con el tratamiento de los pacientes hasta el final de su vida en 45 de cada 100 enfermos mientras que los especialistas que recetan menos solo apuran la rutina terapéutica en 17 de cada 100 casos.

Esto se traduce en que los médicos que recetan más medicamentos tratan a más pacientes con cáncer en su último mes de vida que aquellos especialistas que recurren menos a este tipo de rutinas terapéuticas con fármacos.

Para el estudio, los investigadores han recurrido a los 17.609 pacientes de cáncer que murieron entre el 2012 y el 2017 y a los 960 oncólogos que les trataron desde que les diagnosticaron la enfermedad hasta su fallecimiento. Eso sí, haciendo especial énfasis en los últimos 30 días de vida de cada paciente.


Las conclusiones del estudio sobre los oncólogos


La investigación ha señalado que los especialistas en Oncología con una alta propensión a prescribir tratamientos al final de la vida presentan unas tasas superiores de hospitalización en los pacientes oncológicos terminales a los que realizan el seguimiento e inferiores en el uso de tratamientos e ingresos paliativos.

En esta línea, según el estudio, estas decisiones sobre continuar o interrumpir el tratamiento en pacientes terminales están influenciadas por factores individuales como "habilidades clínicas, conocimientos, formación en conversaciones sobre el final de la vida, valores personales sobre la extensión de la vida y posibles vínculos con la industria".

Además, los investigadores estadounidenses han llegado a la conclusión que se necesita estudiar más estas situaciones para entender las razones por las que algunos oncólogos continúan las terapias sistémicas más cerca del final de la vida que otros. También es necesario, según la misma fuente, analizar las consecuencias de estas decisiones para los pacientes y los resultados de la atención.
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