El
diagnóstico de cáncer en España crecerá un 40 por ciento en los próximos años haciendo necesaria la implementación de la Medicina de precisión en España. Con esta premisa, la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme) acudía al Senado para solicitar una
ampliación de la estrategia de diagnóstico de biomarcadores que predigan la respuesta a los tratamientos.
Su propósito es incluir el diagnóstico por secuenciación masiva en la cartera común de servicios nacional permitiendo establecer un
"marco común" y un "procedimiento regulado" para su autorización, rembolso y financiación. En estos momentos, son las compañías farmacéuticas las que, en su mayor partem sufragan el coste de dichos biomarcadores, alertaba José Javier Gómez , Jefe de Sección de Patología Molecular del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y miembro del grupo de trabajo SEOM-SEAP en Oncología de Precisión.
La idea es que "no se pueda aprobar un fármaco si no se puede investigar a los pacientes subsidiarios para que no sea la industria farmacéutica quien proprocione ese diagnóstico sino un biomarcador", ampliaba la presidenta de Facme, Pilar Garrido.
Red de centros de referencia
A pesar de que
2 de cada 3 pacientes oncológicos requieren biomarcadores para un diagnóstico previo, en España este sistema presenta
carencias tanto presupuestarias como en su implantación, inexistente en "hospitales de segunda o tercera categoría". Ante este acceso "desigual", Garrido propone
replicar los modelos desarrollados en Cataluña o Cantabria, o incluso en Francia y evitar "un sistema de inequidad entre las CCAA".
Esto incluiría la creación de una
red de centros de referencia que permita evitar demorasen el análisis de muestras, al acudir al más cercano, y la acreditación de dichos espacios, para garantizar que se proporcionen los resultados con "total seguridad".
"La mayor parte de estudios están enfocados a investgacion por lo que
desconocemos la situación real de los hospitales", explica Gómez a la hora de pedir no solo mayor aplicación clínica, sino también un aumento de recursos que permita la contración de profesionales encargados de analizar dichos datos.
Más profesionales y formación
El facultativo es partidario de cambiar las titulaciones Biomédicas para que los profesionales puedan realizar labor asistencial sin contratos de investogación, a menudo "precarios", e incluso tengan capacidad de firma de informes. A ello se suma la formación de los profesionales, necesaria para abordar "tecnologías más avanzadas como es la secuenciación masiva" y "adaptarse a las nuevas realidades".
"Hay mucho desconocimiento del personal médico sobre biomarcadores", señalaba en esta línea Ramón García Sanz, Jefe de Laboratorio HLA y Biología Molecular del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca y presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemostasia.
Un sistema homogéneo de biomarcadores supondrá, según el experto, un
ahorro al Sistema Nacional de Salud, al recuperar días de trabajo, y una menor incidencia psicológica en pacientes oncológicos, a menudo
víctima de los retrasos producidos por la necesidad de trasladar la muestra a un centro de investigación o la financiación ligada a la industria privada.
Dentro de sus ventajas también se encunetra la de dar servicio a "multitud de enfermedades" como ha ocurrido durante la pandemia a la hora de poder secuenciar el Covid-19 en los servicios de Microbiología.