El
Grupo de Estudio de Cefaleas de la
Sociedad Española de Neurología (Gecsen)
acaba de publicar el estudio 'Impacto de la pandemia Covid-19 en la atención al paciente con cefalea en España'. Se trata de un estudio transversal realizado durante la sexta semana del estado de alarma, con el objetivo de evaluar el impacto de la pandemia por el nuevo coronavirus en las estructuras asistenciales especializadas en cefaleas de nuestro país y sobre cómo se prevé el futuro de estas unidades. El estudio, realizado con las aportaciones del 74 por ciento de los neurólogos responsables de las Unidades y Consultas de Cefaleas de diferentes hospitales españoles, cuenta con la representación de todas las comunidades autónomas.
“La pandemia cambió de forma imprevista la atención médica en pocas semanas. Al dirigir la mayor parte de los recursos sanitarios a los pacientes infectados por SARS-CoV-2, la atención destinada al resto de enfermedades, entre las que se incluyen las neurológicas, se vio mermada. Además, la atención presencial a pacientes se redujo al mínimo para evitar la propagación de la infección y esto ha tenido un gran impacto en patologías crónicas”, señala
Sonia Santos, coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.
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“La Neurología abarca un
elevado número de enfermedades crónicas, entre ellas las
cefaleas. En España, la cefalea constituye el motivo de consulta más frecuente en las consultas de Neurología y además la cefalea tipo tensión y la migraña son consideradas como la segunda y tercera enfermedades más prevalentes en el mundo. Por esa razón, creímos conveniente realizar este estudio que además es la primera evaluación europea sobre la atención al paciente con cefalea durante la crisis del Covid”, explica Santos.
Según se desprende del informe, casi un 96 por ciento de las Unidades y Consultas de Cefaleas españolas experimentaron
alguna limitación en su actividad asistencial presencial debido pandemia del Covid-19. Pero no todas las comunidades autónomas se han visto afectadas por igual: aquellas con mayor incidencia acumulada de contagios han tenido porcentajes de cancelación de su actividad asistencial presencial mayores al 80 por ciento.
Castilla-La Mancha, La Rioja, Castilla y León, Madrid, Galicia y Asturias fueron las comunidades autónomas donde
más se redujo la actividad presencial en la atención de las cefaleas. Pero en todo caso, esta fue una tendencia clara en todo el territorio español, donde, en conjunto, un 60 por ciento mantuvo consulta presencial exclusivamente para pacientes urgentes o preferentes y un 46 solo para los procedimientos urgentes.
El confinamiento fue el principal motivo de suspensión
El confinamiento de los pacientes fue el principal motivo para a la
suspensión de las consultas presenciales de cefaleas (un 77 por ciento de los casos), pero también por la
necesidad de redistribuir el personal sanitario o por c
ontagio de algún facultativo.
El 92% realizó su actividad asistencial mediante consulta telefónica
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Un 37,5 por ciento redistribuyó el personal sanitario en otras áreas de Neurología, un 48 por ciento en equipos de atención Covid, un 27 por ciento sufrió el contagio de algún facultativo adscrito a la consulta de cefaleas y un 29 por ciento el aislamiento de algún miembro para reducir la propagación del virus, lo que limitó la asistencia sanitaria.
El estudio muestra que el 75 por ciento de los neurólogos que atienden casos de cefalea tuvieron que
suprimir la actividad presencial, por lo que las consultas presenciales se cancelaron o se sustituyeron por consultas telemáticas, principalmente a través del contacto con el paciente por vía telefónica o por correo electrónico.
Aunque un 90 por ciento de las estructuras asistenciales encuestadas utilizaba ya algún sistema de telemedicina con anterioridad, durante la pandemia el 92 por ciento de las unidades realizó su actividad asistencial mediante
consulta telefónica, el 35 por ciento mantuvo las
modalidades de telemedicina existentes con anterioridad y un 52 por ciento por ciento aumentó las disponibles.
Reducción de la acividad investigadora
Asimismo la actividad investigadora se redujo o suprimió en la mayoría de las unidades. En el 98 por ciento de los casos se anularon las visitas de inclusión en ensayos clínicos y solo un 21 por ciento mantuvo visitas de seguimiento, de las que el 60 por ciento tuvo lugar de forma telemática.
“El incremento de la atención telemática parece que fue bien recibido por nuestros pacientes con cefalea, porque la gran mayoría de ellos conocía los riesgos de exposición al Covid-19 y estaban dispuestos a reducir los desplazamientos a los centros hospitalarios. Así pues, la pandemia ha afianzado la utilidad de la consulta telemática en pacientes con cefalea, pero también ha puesto en evidencia la
necesidad de mejorar el uso de la telemedicina mediante sistemas virtuales para la comunicación con los pacientes y otros profesionales sanitarios”, señala Sonia Santos.
Y es que un 64 por ciento de los neurólogos encuestados consideraban que la respuesta de los pacientes había sido favorable a la nueva situación, a pesar de que un 46 por ciento apreció un empeoramiento de la situación clínica de los pacientes que evaluó durante la pandemia.
Escasos sistemas de envío de fármacos a domicilio
Por otra parte, la pandemia Covid-19 también influyó en la
dispensación de los nuevos tratamientos con anticuerpos monoclonales para la migraña. Solo en el 33 por ciento de las unidades se pudieron iniciar estos tratamientos, en los que la educación sobre la utilización del fármaco se realizó de forma presencial en el 69 por ciento de los casos y en el resto de forma telemática.
Solo en 13 unidades se estableció algún sistema de envío a domicilio
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En aquellos centros en los que estos tratamientos se habían iniciado previamente,
solo en un seis por ciento de los casos el paciente se desplazó al hospital para la visita de
seguimiento. En el 48 por ciento de los centros los pacientes acudieron al hospital a
recoger el fármaco y solo en 13 unidades se estableció algún sistema de envío a domicilio.
El estudio también valoró el posible impacto que los neurólogos esperaban como consecuencia de la crisis por Covid-19 en las Unidades y consultas especializadas de cefaleas. En el corto y medio plazo, la mayoría de los encuestados prevén un aumento significativo en las
listas de espera de primeras visitas, revisiones y procedimientos dada la alta prevalencia de la cefalea y el posible empeoramiento clínico de los pacientes, además de que la
cefalea es uno de los síntomas neurológicos más frecuentes de la infección por SARS-CoV-2, y que, en ocasiones, puede ser la única forma de presentación.
Por esta razón, mientras que un 42 por ciento considera que su estructura volverá a funcionar con normalidad tras el estado de alarma, un 31 por ciento opina que precisará aumentar el personal médico, el seis por ciento el personal de enfermería y un 21 por ciento que se necesitará reforzar ambas actividades.
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