Las personas
alcohólicas pueden tener mayor riesgo de desarrollar
demencia, especialmente durante la mediana edad, según un estudio francés que ha analizado datos de más de 31 millones de
pacientes en hospitales entre 2008 y 2013, que incluyó un millón de casos diagnosticados con demencia.
Alrededor del 5 por ciento de los pacientes de demencia empezaron a sufrirla antes de los 65 años, y la mayoría de estos casos estaban relacionados con el
consumo de alcohol. De hecho el alcoholismo crónico era el factor de riesgo “modificable” más importante en ambos sexos, indicó el estudio.
Aquellos que abandonaron el alcohol tuvieron las mismas probabilidades de sufrir demencia
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Aquellos que abandonaron el alcoholismo no redujeron su probabilidad de sufrir demencia que aquellos que siguieron bebiendo, por lo que el estudio sugiere que
los daños en el cerebro producidos por el alcoholismo crónico son irreversibles.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define un consumo alto de alcohol cuando
supera los 60 gramos de sustancia pura (al menos seis bebidas) en hombres, y 40 gramos (cuatro bebidas) en mujeres.
En el periodo estudiado, 945.512 personas fueron diagnosticadas con trastornos relacionados con el alcohol, la mayoría de los casos se trataba de dependencia.
El 3 por ciento de los casos de demencia se atribuía a los daños cerebrales relacionados con el alcohol. Otros trastornos relacionados con esta sustancia fueron registrados en casi el 5 por ciento de los casos de demencia.
Relación con otros factores de riesgo independientes
En los casos de demencia precoz, la conexión con el alcohol fue mayor. El 39 por ciento de los casos se atribuyeron a daños cerebrales relacionados con esta droga, y
otro 18 por ciento estaba asociado con otros trastornos del espectro del alcoholismo.
El trastorno por consumo de alcohol está asociado a un riesgo de demencia tres veces mayor, y al doble de riesgo de aparición de demencia temprana. También se relacionaron con otros factores de riesgo independientes para la demencia, como tabaquismo, hipertensión, diabetes, peor educación, depresión y pérdida de audición.
El estudio es observacional, se ha centrado en grandes consumidores de alcohol y por tanto no ha establecido cuánto aumenta el riesgo de demencia cada bebida.
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