Juan Luis García Rivero, Luis María Maiz Carro, Victoria del Pozo Abejón, Alicia Padilla Galo y María del Mar Mosteiro Añón.
Una de las
cruzadas proclamadas por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (
Separ) es contra el
asma, y en la
30ª Reunión de Invierno, celebrada en Tarragona, se han abordado diferentes puntos de vista para conocer y abordar con más herramientas la patología. Los efectos positivos del
fármaco Tezepelumab frente a las
alarminas, logrando un aumento de la función pulmonar, y la necesidad de más estudios para comprobar los
efectos de los probióticos para ayudar al tratamiento y la prevención del asma, han sido las principales conclusiones de la mesa ‘
Novedades en el asma: ¿en qué estamos?’.
García: "Tezepelumab ha demostrado un aumento de la función pulmonar"
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La asociación de
probióticos, el
microbioma y el
asma es analizado por
Luis María Maiz, neumólogo del
Hospital Ramón y Cajal, y reconoce que “hoy por hoy parece que
no hay una base racional. Aunque existen fundamentos fisiopatológicos que sugieren que administrar probióticos puede
ayudar al tratamiento y a la prevención del asma, se necesitan
más estudios para confirmarlo”.
Entender y hablar de
microbioma es una cuestión clave para Maiz a la hora de referirse a los probióticos frente al asma: “Se hace referencia a todo el
hábitat, incluidos los
microorganismos, sus genes y condiciones ambientales. El microbioma de una persona sana es diverso, y si se compara con un
paciente con asma aparecen
nuevos microrganismos. Se debe tener en cuenta que el
microbioma tiene condiciones y se forma en el nacimiento. Es muy diferente si la persona nace por parte vaginal o cesárea, si se alimenta por lactancia o leches comerciales, si se crece en un ambiente rural o urbano, etc. y los probióticos pueden influir en este sentido”.
Cuando se administran los probióticos
se impide la adherencia de microorganismos patógenos, generando la posibilidad de que tengan un efecto beneficioso. Pese a ello, el especialista reconoce que “en el asma su función sigue siendo compleja, ya que no se tiene claro qué género de probióticos se deben usar. No hay muchos trabajos publicados en este sentido, aunque algunos análisis afirman que sí pueden tener un efecto en la prevención y el tratamiento contra el asma”.
Luis María Maiz, jefe de Sección de Neumología del Ramón y Cajal.
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Tezepelumab, un fármaco frente a TSLP en asma grave
El papel de
las alarminas como dianas en asma grave es analizado por el neumólogo del Hospital Marqués de Valdecilla y secretario general de Separ,
Juan Luís García, que destaca en concreto tres de ellas: “
TSLP,
IL-33 y
IL-25 orquestan la obtención de actividad de múltiples células efectoras y vías que constituyen el fenotipo del asma. El TSLP es el que ha demostrado una evidencia más convincente de su efecto en el asma.”
En este sentido, el especialista ha destacado al único fármaco que existe actualmente en el mercado, conocido como
Tezepelumab: “Este medicamento, aprobado en Estados Unidos y aún
no disponible en España, se une a la TSLP e impide que este se junte con el
receptor. Se ha comprobado una disminución de exacerbaciones, un aumento de la función pulmonar y un descenso en los niveles de inmunoglobulina. Esperemos que en España no tarde en llegar y se use para tratar a adultos y adolescentes con asma grave que no están
adecuadamente controlados con corticoides inhalados”.
Juan Luis García Rivero, secretario general de Separ.
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El
epitelio de las vías respiratorias, hasta ahora, no se le había prestado la atención necesaria, tal y como recuerda el especialista, argumentando que “se considera un
controlador esencial en las respuestas
inflamatorias,
inmunitarias y
regenerativas a los alérgenos, virus y contaminantes ambientales que contribuyen a la patogenia del asma”. Pese a queda mucho por descubrir acerca del epitelio, García defiende que tiene una función “fundamental en algunos tipos de asma, por lo que se debe profundizar sobre el porqué generan cascadas inflamatorias”.
Metabolismo de líquidos y proteínas: Búsqueda de biomarcadores
La búsqueda de biomarcadores que puedan marcar las circunstancias sobre la evolución del asma permite, en palabras de
Joaquim Gea, jefe del Servicio de Neumología emérito del
Hospital del Mar, “abrir el camino a tener más conocimiento de cómo funcionan las diferentes enfermedades respiratorias, sugiriendo nuevos tratamientos biológicos futuros, además de medicina de precisión”.
La
validación de estudios ligados a posibles biomarcadores es el punto donde el especialista confirma que “en más de una ocasión, y pese a ser prometedores, acaban fracasando. Muchas proteínas se expresan de forma diferente, generando que todo sea muy disperso. Así pues, el metabolismo general del
organismo,
lúcidos y
lípidos permite identificar nuevos resultados con el paso del tiempo”.
Gea hace hincapié en los cambios que genera el
metabolismo de líquidos, debido a que “modifica estructuras celulares, sobre todo en la
membrana y la
modulación de la respuesta inflamatoria. Este mecanismo acaba afectando a la producción de energía, y en algunos casos llega a generar alteraciones en la coagulación”. La función del
metabolismo de las proteínas también están relacionadas con el asma, ya que, en palabras del neumólogo, “se llega a regular la contracción bronquial y los ácidos nucleicos son importantes, ya que condicionaran la expresión de las proteínas”.
Determinar el perfil de microARN en asmáticos
El papel de los
microARN y
exosomas en el
asma ha sido analizado por
Victoria del Pozo, inmunóloga de la
Fundación Jiménez Díaz, que ha demostrado que los
eosinófilos son capaces de producirlos: “A través de diferentes técnicas, se ha comprobado esta hipótesis, y el próximo paso fue ver qué función realizan los exoxomas en el asma. Cuando se añaden a eosinófilos tanto de sanos como de asmáticos, se incrementa su adhesión cuando proceden de asmáticos, generando la
quimiotaxis”.
Victoria del Pozo Abejón, inmunóloga de la Fundación Jiménez Díaz.
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Del Pozo explica que el eosinófilo, cuando hay una condición patológica, “aumenta su número y lo que hacen es
crear la patología. Una de las características más importantes son sus gránulos, cargados de proteínas tóxicas, generando inflamación y que acaba perpetuando a la inflamación”.
Dentro de los
exoxomas se han encontrado
pequeños microARN que, en palabras de la especialista, “tienen la capacidad de unirse al ARN mensajero e inhiben la síntesis de proteínas. El próximo paso debe ser determinar el perfil de los microARN en pacientes asmáticos y ver si se pueden usar para
diagnosticar,
pronosticar y
mejorar terapias no solo contra el asma, sino en todas las patologías respiratorias”.
Intervención de Joaquin Gea Guiral, jefe de Servicio emérito de Neumología en el Hospital del Mar.
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