José María Matilla, coordinador del Área de Oncología Torácica Separ.
El
cáncer de pulmón es una enfermedad que requiere de una especial atención por parte de varias especialidades que, entre todas, conforman una gran orquesta multidisciplinar compuesta por
neumólogos, cirujanos torácicos, oncólogos, y especialistas de
Atención Primaria y los Cuidados Paliativo.
José María Matilla, coordinador del Área de Oncología Torácica Separ.
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Pero en esta orquesta, el
neumólogo es el que debería tener un mayor papel en el manejo de los pacientes con cáncer de pulmón y que reciben tratamientos personalizados cuando la enfermedad está avanzada, “como ya se hace en otros
países europeos”.
“El neumólogo está preparado y dispuesto a
asumir un mayor protagonismo en la atención al paciente con cáncer de pulmón, con el apoyo de las autoridades sanitarias, los pacientes y la sociedad en general, siempre pensando en el beneficio de los afectados. Sepagar apoya de forma clara este planteamiento”, explica
José María Matilla, cirujano torácico y coordinador del
Área de Oncología Torácica Separ.
Tareas
Actualmente, explica Matilla, el neumólogo se encarga de la prevención del
cáncer de pulmón, de su diagnóstico y estadificación, mediante consultas monográficas, vías clínicas o circuitos rápidos. También dedica tiempo al estudio de la función pulmonar para calcular los riesgos quirúrgicos que
conlleva operar al paciente y de presentar cada caso en el comité de tumores.
El neumólogo, prosigue, también se encarga de tratar las complicaciones del tratamiento oncológico y sus comorbilidades, muchas de ellas respiratorias y que, en ocasiones,
aborda con técnicas endoscópicas o invasivas propias de la especialidad; y de realizar el seguimiento periódico de los enfermos, en colaboración con otros especialistas involucrados en el tratamiento del enfermo.
"El neumólogo está preparado y dispuesto a asumir un mayor protagonismo en la atención al paciente con cáncer de pulmón, con el apoyo de las autoridades sanitarias"
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Ante este panorama no es de extrañar que
José María Matilla subraye el protagonismo de la Neumología en este tratamiento y crea que “se debe seguir mejorando todas las actividades en las que ahora somos protagonistas intensificando nuestras
actividades en materia de prevención”.
¿Cómo? “Logrando la financiación de fármacos para la cesación tabáquica, implicándonos con la sociedad mediante advertencias relativas a la exposición al tabaco, el radón o el asbesto o amianto, y en materia de prevención secundaria, prestando atención a los resultados de
estudios europeos de cribado que se hallan en marcha”.
Tratamiento
En cuanto al tratamiento del cáncer de pulmón, el neumólogo “podría incrementar su papel en los tratamientos activos de los pacientes que presentan metástasis. En diversos países europeos, el neumólogo ha seguido administrando quimioterapia, aunque en
España hemos perdido esta opción”.
Asimismo, desde el punto de vista de la preparación asistencial,
“los MIR de Neumología, deberán realizar una formación completa y de calidad en cáncer de pulmón, tomando como referencia los planes europeos que se contemplan en el proyecto Hermes”, indica Matilla, que justifica su reflexión explicando que esta decisión “permitirá llevar a cabo una mayor y mejor investigación accediendo a más estudios multicéntricos y ensayos clínicos como actores principales,
así como a los pacientes con cáncer de pulmón en todas las etapas de su vida”.
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