"El programa de trasplantes no se ha dejado herir de muerte por el Covid"

Durante esta semana la Organización Nacional de Trasplantes ha celebrado el trigésimo quinto Congreso Nacional de Coordinadores de Trasplantes. Una cita muy importante para la organización que ha puesto en valor el trabajo de estos profesionales durante la pandemia del coronavirus y ha mirado hacia delante en los retos a los que se enfrenta el sistema de donación y trasplantes del país. En una valoración global a Redacción Médica, la directora. De la ONT, Beatriz Domínguez-Gil ha destacado el trabajo “incansable” de estos profesionales durante la epidemia y cómo se ha conseguido atenuar el descenso de las donaciones y trasplantes que se vivieron durante los meses de marzo a mayo.

Así, con respecto a estas mismas fecha, la donación en España ha caído un 23 por ciento y un 20 por ciento los trasplantes “si lo comparamos con los primeros 10 meses de 2019”. Una cifra relativamentepositiva, puestoquee, como afirman desde la propia ONT, la actividad asistencial se reanudó a partir de junio. De hecho, ahora mismo y pese al coronavirus se ha recuperado la actividad de tal forma que “nos hemos aproximado mucho a los datos que alcanzamos en 2019”. “El programa se ha reconstruido y no se ha dejado herir de muerte por el coronavirus”, proclama la directora.

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"Se está considerando que la población trasplantada forme parte del grupo de personas vulnerables que podrían tener cierta priorización en el programa de vacunación Covid"

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En el contexto de la epidemia sanitaria y la previsión de coordinar la campaña de vacunación del coronavirus por grupos, Domínguez-Gil valora la necesidad de que las personas con un trasplante se encuadren dentro de los grupos que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha categorizado esta misma semana como ‘de riesgo’.

“Los trasplantados son una población vulnerable, sabemos que tienen una mayor incidencia y un mayor riesgo en la infección. Por ello, entendemos que sería etiquetada como tal susceptible de ser prioritaria en cualquier plan de vacunación”, introduce. De este modo, Domínguez-Gil asegura saber “que se está considerando que la población trasplantada forme parte del grupo de personas vulnerables que podrían tener cierta priorización en el programa”.

Con todo ello, es reseñable que las vacunas que ahora mismo están en prueba no han sido analizadas expresamente para pacientes que han recibido una donación. Pero la directora de la ONT explica que estas “vacunas sí se van a poder utilizar”.  “Las vacunas que están hechas con virus atenuados no se pueden poner en pacientes trasplantados pero de las que vienen sí pueden aportar seguridad. Aun así, todavía falta mucha información al respecto”, finaliza.

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"El trasplante cardiaco en asistolia podría aumentar un 10 o 15% el número de corazones disponibles cada año para trasplantes"

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Pero, además del coronavirus, el Congreso Nacional de Coordinación de Trasplantes ha mirado al futuro de la donación de órganos y ha extrapolado otras áreas de interés y novedades al respecto. En este sentido, la directora de la ONT resalta la donación de los pacientes con ELA gracias al proceso de donación en asistolia y el programa de trasplante cardiaco en asistolia, un hito que se inició en Madrid y que ya se ha extrapolado a otras comunidades.

Respecto a los donantes con ELA, el Congreso ha reportado el valor de esta experiencia “tanto para los profesionales como para los pacientes”. Este año, que todavía no ha terminado, un total de 30 fallecidos a causa del ELA se han convertido en donantes en España. “Gracias al desarrollo de la donación en asistolia se ha podido avanzar y adquirir la experiencia hacia esta posibilidad”, ha reseñado de una actividad que, en un primero momento, había empezado en pacientes con un daño cerebral catastrófico. Domínguez-Gil ha asegurado que el primer caso de donación en asistolia de un paciente con ELA data de 2014.

Respecto a aplicar esta práctica en el trasplante cardiaco, Domínguez-Gil ha destacado que esta práctica innovadora podría aumentar “entre un 10 por ciento y un 15 por ciento el número de corazones disponibles para trasplantes cada año”.