La ministra de Sanidad, Mónica García, ha indicado que solo el médico puede intervenir en la otorgación de bajas

Sanidad se abre a estudiar el establecimiento de la baja laboral flexible
Mónica García, ministra de Sanidad, junto al secretario de Sanidad, Javier Padilla.


6 oct. 2024 17:10H
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La propuesta de la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, sobre las bajas médicas flexibles ha suscitado un gran debate en los últimos días. Esta iniciativa permitiría a sus beneficiarios trabajar, con la misión de realizar una reincorporación paulatina al empleo. En referencia a este asunto, la ministra de Sanidad, Mónica García, se ha mostrado partidaria de estudiar la posibilidad de crear un sistema que permita que el profesional pueda volver a su puesto poco a poco, siempre que la toma de decisiones pase por el médico.

Asimismo, la encargada de la cartera sanitaria del Gobierno está dispuesta a entablar conversaciones con Saiz en caso de que abra una mesa de diálogo sobre la reforma de la incapacidad temporal. Un marco en el que se abordarán todas las iniciativas para mejorar la vuelta al trabajo de las personas con una baja médica. García ha señalado que es necesario cualquier plan enfocado en "la defensa de la recuperación y de los derechos del paciente", palabras pronunciadas durante el acto de apertura del curso político Madrid en Marcha. Es más, ha destacado que hay organizaciones de pacientes y médicos que destacan la importancia de un regreso paulatino como facilitador de la reincorporación laboral de los empleados.

Lo que García no tiene la intención de debatir es la titularidad de la competencia de dar dichas bajas. Así, la ministra de Sanidad ha recordado que estas las dan "los médicos" y no los empresarios. "La baja no la da Garamendi -presidente de la CEOE- y no puede ser una herramienta de supuesta flexibilidad o supuesta voluntariedad en la cual al final acabemos viendo coacciones para que haya altas voluntarias o para que los pacientes vayan a trabajar antes de tiempo", ha indicado. 


Más voces en contra que a favor


La baja flexible se ha convertido en un nuevo punto de choque dentro del Gobierno. Mientras el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha defendido que es "un proyecto en proceso" y que se "ajustará para mejorar las prestaciones de incapacidad temporal y la vuelta segura al trabajo", la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha remarcado que "no va a consentir ninguna variación en la incapacidad laboral tal y como la tenemos concebida". Precisamente, García también comentó que "le rechinaba la propuesta", aunque siempre dejó la puerta abierta a tratar algún supuesto que pasará "por la valoración del médico". Tampoco encuentra el apoyo de Podemos, cuya secretaria general, Ione Belarra, ha decidido no negociar esta propuesta.

La reacción de los sindicatos no ha sido positiva. Tanto UGT como CCOO "no comprenden la medida" y la encuentran "conceptualmente muy poco posible". El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha tildado de "disparate" el plan de Saiz, ya que la prioridad de la baja es la recuperación plena de los trabajadores antes de su vuelta a su puesto. Pese a todo, ambas organizaciones laborales están dispuestas a escuchar los detalles sobre esta propuesta en la futura mesa de diálogo, todavía no convocada.

Por su parte, el secretario de Sanidad, Javier Padilla, ha indicado que "bien planteada" esta propuesta puede ser "beneficiosa". Por ejemplo, en el caso de pacientes con ansiedad o depresión, a los que un retorno a sus funciones poco a poco les puede ser de mayor ayuda que una reincorporación directa. 


Medida basada en la voluntariedad


El proyecto de la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones todavía tiene que ser debatida con sindicatos y empresarios. Esta se fundamenta en la posibilidad de que un trabajador de baja médica en determinados casos pueda incorporarse poco a poco a su puesto sin abandonar del todo la incapacidad temporal y su prestación. Un paso que se tiene que dar desde la voluntad del propio empleado y con supervisión facultativa.

No obstante, esta medida genera dudas, ya que dicha voluntariedad podría desdibujar la línea entre capacidad e incapacidad. Además, el médico podría perder su autoridad a la hora de determinar si un paciente necesita una baja o continuar con su empleo pero a un menor ritmo. 
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