Primaria se aliará con Enfermería para rebajar la presión asistencial

El trabajo realizado entre el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha permitido crear y aprobar la Estrategia Española de Salud Global 2025-2030. Uno de los aspectos más destacados del nuevo documento se centra en el papel de la Atención Primaria, que debe estar orientada a la comunidad en la que desarrolla su actividad, poniendo en contexto los cuidados en salud con las condiciones de vida de las personas y con los activos en salud disponibles a nivel comunitario y fomentando la colaboración entre personal de Medicina de Familia, Enfermería y agentes comunitarios.

Los objetivos más destacados que aspira a lograr la estrategia son el fortalecimiento de los sistemas sanitarios a través de la consolidación de Atención Primaria, la promoción de la salud, prevención y control de enfermedades, además de apostar por la salud ambiental debido al cambio climático.

Las otras tres metas que se aspiran a conseguir en España es aumentar la prevención, preparación y respuestas rápidas frente a Emergencias, contar con un sistema de gobernanza de salud global más sólida y eficaz que busque la equidad en salud y, finalmente, sumar apoyos en investigación, innovación y digitalización con perspectiva de equidad.

El papel de la Atención Primaria en España

Por lo que respecta a los sanitarios públicos resilientes con un enfoque de acceso y cobertura sanitaria universales y basados en la Atención Primaria y Comunitaria, España defenderá la salud como un bien público que debe garantizarse a través de la expansión de los sistemas de protección social, su adecuada financiación pública, y el acceso y cobertura universales a los servicios de salud. Además, en el informe se recuerda el potencial del Sistema Nacional de Salud (SNS), y que gracias a su descentralización logra vertebrarse en torno a la Atención Primaria y Comunitaria, con acceso prácticamente universal y con mínimo gasto privado por parte de la población, evitando generar gastos catastróficos para las familias.

De esta manera, el fortalecimiento integral de los sistemas sanitarios públicos es un objetivo ambicioso a la hora de garantizar que los servicios de salud sean accesibles, equitativos, eficientes, asequibles y de alta calidad para toda la población. Para ello, se busca crear una Atención Primaria que vertebre la organización del sistema sanitario y que esté basada en garantizar la longitudinalidad de los cuidados en salud, mejorando las condiciones laborales de los profesionales sanitarios y la calidad asistencial para los pacientes, a través de una adecuada financiación del sistema que refuerce su sostenibilidad. En concreto, una Atención Primaria superior a 10 años con el mismo equipo es capaz de reducir en un 30 por ciento las visitas a Urgencias, un 28 por ciento los ingresos hospitalarios y un 25 por ciento la mortalidad.

Los retos de España con la nueva estrategia 2030

La ministra de Sanidad, Mónica García, defiende que para superar desafíos globales como lo fue la pandemia de coronavirus, la crisis climática o el actual aumento de desigualdades a la gobernanza multilateral, es necesario “contar con la protección de la salud, escenario que no se puede entender desde perspectiva individuales. La salud global es una responsabilidad compartida y una oportunidad colectiva para construir un mundo más justo, más seguro y más sostenible”.

La creación de la Estrategia Española de Salud Global 2025-2030 se erige justo en el momento en que España entra en el Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tras estos dos hitos, García afirma que se aspira desde el ministerio “a contribuir al fortalecimiento de una arquitectura de la gobernanza global en salud más eficaz, más justa y más preparada para los retos del presente y del futuro”.

Además, la ministra destaca que la estrategia se articula sobre una visión que reafirma “la apuesta por un multilateralismo robusto en el ámbito de la salud, en un contexto internacional que exige reforzar la legitimidad y capacidad de las instituciones globales para hacer frente a amenazas complejas”. De esta manera, se reivindica el acceso equitativo a tecnologías sanitarias en todo el mundo, promoviendo una innovación centrada en el interés público y la garantía de acceso justo, especialmente en beneficio de los países con menos recursos.