Familia prioriza la historia clínica única entre CCAA a la europea

Los médicos de Familia lamentan que el Ministerio de Sanidad impulse la interoperabilidad de datos clínicos entre países de la Unión Europea (UE) cuando aún se trata de una tarea pendiente entre las comunidades autónomas (CCAA) españolas. “De poco nos sirve que pueda hacerse a nivel europeo si en España seguimos teniendo esa carencia. No tiene sentido que cada región tenga su sistema propio. Primero arregle usted las cosas en casa y, luego, ponga en orden lo de fuera”, afirma el presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), José Polo, a Redacción Médica.

Sanidad anunció recientemente la firma de los acuerdos para que todas las CCAA y ciudades autónomas españolas se incorporen a la red de asistencia sanitaria transfronteriza de la UE (E-Heatlh Network). Ello se traduce en que toda la población española podrá tener acceso a su Historia Clínica Resumida y a su Receta Electrónica en otros Estados miembros. Actualmente, los usuarios de los sistemas sanitarios de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad de  Madrid, Comunidad Valenciana, Galicia, Navarra, y País Vasco ya pueden compartir su historia clínica con el personal sanitario de Francia, Portugal, Países Bajos, Luxemburgo, Croacia y Malta.

Se trata de una posibilidad que, en teoría, dentro de España ya está vigente. En efecto, la ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), establece, en su artículo 56, que el Ministerio de Sanidad “coordinará los mecanismos de intercambio electrónico de información clínica y de salud individual, previamente acordados con las comunidades autónomas”, para que “los ciudadanos reciban la mejor atención sanitaria posible en cualquier centro o servicio del SNS”. En junio de 2021, el Gobierno, en una respuesta parlamentaria, aseguró que la accesibilidad a la historia clínica estaba “ya puesta en marcha” en todo el territorio nacional, y añadió que, desde 2006, Sanidad desarrolla, en colaboración con las CCAA, el proyecto de Historia Clínica interoperable del SNS.

Pero del dicho al hecho hay un trecho, y la realidad actual es bien distinta: la interoperabilidad de la historias clínicas de pacientes sólo está activa hoy en ocho de las diecisiete regiones españolas, a saber, Madrid, Cataluña, Andalucía, Castilla y León, País Vasco, Aragón, Extremadura y Canarias. O lo que es lo mismo: todavía hay nueve CCAA en las que no es posible la consulta de los datos clínicos de pacientes registrados en los sistemas de salud de otras regiones.

Lentos avances en la interoperabilidad nacional

Los servicios de interoperabilidad del SNS incluyen, además de la Historia Clínica digital, la Receta electrónica y la Tarjeta Sanitaria, entre otras prestaciones. Todo ello se recoge en la aludida ley de 2003, pero, también como en el caso de la Historia Clínica, su implantación avanza con cuentagotas. “Hay una comisión del Ministerio sobre digitalización del SNS, sí, pero se progresa muy lentamente”, confirma Polo, que pone como ejemplo la Tarjeta Sanitaria interoperable, que, a pesar de aprobarse con Ana Pastor como ministra de Sanidad y Consumo -ocupó el cargo entre 2002 y 2004, en tiempos de José María Aznar en la Presidencia del Ejecutivo-, “no se terminó de implantar hasta hace tres o cuatro años”. “Y encima resulta que es interoperable, sí, pero sólo entre las farmacias. Los médicos no tenemos acceso a ello”, recalca el presidente de Semergen.

Decisión al margen de los especialistas

Polo señala que el impulso a la interoperabilidad de datos clínicos en la UE no se ha contado con la opinión de los médicos de Familia: “El anuncio del Gobierno fue la primera noticia que tuvimos al respecto”, asegura. Aunque, pese a todo, prefiere abordar el asunto en clave optimista: “Me imagino que este impulso a nivel europeo servirá para arreglar las cosas en España”.