La misma conllevará nuevos modelos de reporte para todo el personal sanitario

Un informe de los Sistemas de vigilancia del cáncer autonómicos por parte del Ministerio de Sanidad evidencia la necesidad de implantar un sistema central
Ministerio de Sanidad.


16 oct. 2024 10:20H
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El Ministerio de Sanidad está trabajando en un proyecto normativo para regular el sistema de vigilancia del cáncer a nivel estatal. Así lo recoge el reciente informe 'Sistema de vigilancia de enfermedades no transmisibles: Análisis de los modelos organizativos y aspectos de homogeneización de la vigilancia en salud pública en el Sistema Nacional de Salud', en el que han participado las comunidades autónomas y que evidencia que, a pesar de que la mayoría de ellas cuenta con un sistema de vigilancia de cáncer, es necesario garantizar una mayor coordinación y actualización de sus datos, lo que implicará una 'mayor exigencia' a los profesionales sanitarios para reportar casos.

Los cambios en la normativa de vigilancia del cáncer y otras enfermedades no transmisibles llevarán a los profesionales sanitarios a realizar nuevas tareas de notificación y seguimiento en línea con los nuevos protocolos y, 'posiblemente' se les exija mayor formación en el manejo de los sistemas de información para el reporte de casos. A estas conclusiones llega el informe tras señalar que, pese a que 14 de las 19 comunidades autónomas tienen un sistema de vigilancia de cáncer, no existe uno a nivel estatal que englobe a todos ellos.

"Ninguna dispone de un plan de coordinación específico con el sistema asistencial de salud, aunque indican mecanismos de coordinación como la coordinación ad hoc para el desarrollo de actuaciones concretas, existencia de procedimientos de trabajo, planes que integran vigilancia y el sistema asistencial de salud, registros y otras bases de datos o sistemas de información compartidos", evidencia el Ministerio, además de que ningún sistema de vigilancia autonómico cuenta con un manual de procedimientos, aunque la mayoría disponen de protocolos de trabajo que suelen incluir el listado de tipos de tumores a vigilar, variables comunes en la notificación, fuentes de datos y circuitos de información o periodicidad de la notificación.

En cuanto a las fuentes de información utilizadas en todos los sistemas de vigilancia del cáncer, se emplean los informes de anatomía patológica, el conjunto mínimo básico de datos y el registro de mortalidad. También se utilizan con frecuencia la historia clínica, los registros hospitalarios de tumores y los programas poblacionales de cribado. "Solo dos comunidades disponen de un procedimiento para la difusión y, en relación a los medios a través de los que se difunde la información, destaca la baja utilización de las redes sociales", concreta.

Además, ninguna CCAA ha definido un modelo de evaluación del funcionamiento del sistema de vigilancia del cáncer. La mayoría evalúan algunos aspectos del sistema como la calidad de los datos según procedimientos internos, pero ninguna recoge en un documento formal los resultados de la evaluación ni tienen establecido un plan de mejora tras los resultados de la misma.


Impulso profesional en el reporte de casos de cáncer


Para revertir esta situación de escasa información y actualización de los casos de cáncer, Sanidad destaca como prioridad la necesidad de impulsar la creación de sistemas de vigilancia en aquellas comunidades que actualmente no disponen de ellos, además de un sistema a nivel central que englobe a todos ellos. La implicación a nivel profesional también se considera por Sanidad como un pilar fundamental en el correcto desarrollo de estos sistemas, principalmente, en relación a la difusión de los resultados.

"Es necesario desarrollar procedimientos, aumentar la frecuencia de publicación de informes, reducir el desfase temporal entre el año de publicación y la incidencia de los casos, mejorar el acceso a la información, así como la difusión a la población general, mediante la utilización de web y redes sociales", concretan. Para ello, una de las prioridades que marcan es el desarrollo de protocolos normalizados de acceso a la información de los sistemas de vigilancia, detallando las condiciones y mecanismos de solicitud y acceso a los datos, además de promover su evaluación periódica y el impulso de acciones de mejora.

También apuestan por desarrollar el marco normativo que regule la adscripción y estructura de la vigilancia de cáncer como aspectos relacionados con su gestión y funcionamiento, así como promover el desarrollo de órganos colegiados de coordinación en los sistemas a nivel autonómico y central, y fomentar el desarrollo de planes de coordinación con el ámbito asistencial. Como últimas recomendaciones, Sanidad destaca la creación de manuales de procedimientos para sistematizar la vigilancia, fomentar la generación del indicador de supervivencia en los sistemas e impulsar la vigilancia de factores de riesgo en los mismos.
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