El presidente de la Asociación de Médicos Especialistas Extracomunitarios (Asomex), Pablo Mejía.
En la última década, España ha pasado de tener 53.780
trabajadores extranjeros en el ámbito sanitario y de servicios sociales, a 109.773. La principal razón es el
déficit de especialistas que hay en nuestro
Sistema Nacional de Salud (SNS), pero el presidente de la
Asociación de Médicos Especialistas Extracomunitarios (Asomex),
Pablo Mejía, también señala que la inestabilidad gubernamental y la inseguridad en Latinoamérica impulsa a estos facultativos, muchos con raíces españolas, a probar suerte en nuestro país.
"Muchos de los que emigramos, nuestros padres o abuelos fueron españoles", indica Mejía, recordando la gran emigración de España a Latinoamérica que se produjo en el siglo XX. "Muchos tienen
nacionalidad española", añade. El traumatólogo apunta que la
precariedad existente desde hace diez años en sus país, el "incremento" del comunismo en muchos países y la
"inestabilidad gubernamental", los emigrantes "buscan una forma de tener una
mejor estabilidad y mejor proyecto de vida". "Por eso emigramos a Europa", sentencia el especialista.
"Los sanitarios extranjeros hacemos que el Sistema Nacional de Salud funcione"
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Además, en España no existe la barrera de lenguaje. El presidente de Asomex señala que
compartir lengua nativa es un 'plus', tanto para las administraciones españolas como para los trabajadores extracomunitarios. "Es mucho más sencillo para nosotros venir a buscar trabajo en España, y para el Gobierno y los hospitales españoles también
es más sencillo contratar médicos latinoamericanos", explica. El especialista apunta que no todos los sanitarios que emigran a nuestro país tienen la facilidad de tener el mismo idioma.
Sobre el Sistema Nacional de Salud, los médicos latinoamericanos lo califican como
"bueno", manifiesta Mejía. El especialista indica que ha habido una muy
buena integración por parte de los emigrantes. "Somos arte y parte, porque ya no somos solamente una ayuda, sino que somos parte de los que hacemos que el SNS en España funcione", asegura. "Si no hubiera la cantidad de médicos extracomunitarios que hay en este momento, esto estaría completamente bloqueado", añade. Asimismo, Mejía indica que hay
"buena compaginación" con los sanitarios españoles.
Homologación de titulos en sanidad
Sin embargo, desde Asomex apuntan que lo que puede crear reticencias a los médicos extracomunitarios a venir a España es el proceso de
homologación de títulos y
certificación de especialidades. "No nos quieren certificar nuestra profesión médica a pesar de que trabajamos en hospitales y centros de salud de la sanidad pública y privada", señala. El
Ministerio de Sanidad, a través del Comité de Ordenación Profesional,
"se niega a reconocernos como especialistas", afirma Mejía. El traumatólogo asegura que se llega a esperar dos o tres años para tener una primera respuesta de Sanidad sobre certificar su especialidad.
Además, el especialista señala que el proceso de homologación de título "debería ser prácticamente automático", pero en este momento se tarda "más de dos años". "Tenemos
compañeros trabajando como repartidores de comida rápida. Gente que ha tenido que salir de sus países de forma precipitada y están
esperando la homologación del título para poder empezar a trabajar en España", critica.
"Precariedad laboral" en la sanidad de España
El aumento de
trabajadores extranjeros en el ámbito de la sanidad y servicios sociales ha sido pronunciado el último año. Desde diciembre de 2022 hasta septiembre de 2023, la crifra creció en 10.574 empleados más. La principal razón, señala Mejía, es el déficit de especialistas españoles. "Habría que preguntarle al Ministerio de Sanidad dónde están los médicos formados por este país", apunta. El traumatólogo indica que la
"precariedad de los contratos laborales" hace que los facultativos prefieran "cruzar la frontera, donde les pagan un 30 o un 40 por ciento más".
Mejía reconoce que la situación de los sanitarios en
España es mejor que en Latinoamérica pero asegura que es "
peor que todos los países europeos, incluido Portugal". "Están mejor pagados, con contratos indefinidos. No como aquí que te dan un
contrato como MIR de dos o tres meses", apunta. "Eso solo pasa aquí", sentencia.
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