La profesión y la Universidad abogan, con cautela, por un examen que evalúe criterios más allá de los académicos

Estudiantes de Medicina, junto con decanos, no consideran que una prueba extra para valorar las capacidades humanísticas de los alumnos sea necesaria para entrar en la carrera
Tomás Cobo, presidente del Cgcom, y Antonio Compañ, vicepresidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina.


20 oct. 2023 19:00H
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A veces la prueba de acceso a la universidad (EBAU) no es suficiente para entrar en una carrera determinada. El grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte o el de Traducción e Interpretación pueden requerir, en algunas facultades, una prueba 'extra' que garantice que los futuros estudiantes están plenamente capacitados para ese grado mediante un examen físico o de idiomas. En el caso de la Medicina, parece que los diferentes actores del sector se inclinan por contar con una prueba similar que se adapte a sus necesidades, aunque no es un camino fácil de recorrer. 

Por un lado, desde el ámbito de los decanos reconocen que es necesario que el médico graduado cuente con plenas habilidades humanísticas y unas aptitudes determinadas para afrontar el día a día y que para ello sería positivo contar con pruebas psicológicas, sociales o entrevistas. Algo en línea con la opinión de la profesión: desde la Organización Médica Colegial de España (OMC) defienden que en la entrada a Medicina "se valoren aspectos más allá de la nota". 


'Luz verde' por parte de la profesión 


En este caso, Tomás Cobo, presidente de la OMC, explica a Redacción Médica que es necesario que se midan actitudes como "el tiempo que se dedique a las labores sociales" para poder asegurar la entrada de aquellos alumnos con más vocación. "Hablamos de una profesión de vocación de servicio a los demás", recuerda el presidente, que especifica que las notas de entrada al grado son muy altas y que tienen que buscarse otros mecanismos. "La calificación de acceso tiene que seguir siendo elevada, pero también tienen que medirse otros aspectos", indica.

El presidente de la OMC tilda la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) de prueba "draconiana" y refuerza la idea de que los criterios de entrada deben cimentarse sobre la evaluación de aspectos humanísticos, además de la nota que evalúe las capacidades académicas de los estudiantes. "Es hora de revisar algo que en su momento pudo funcionar, pero a lo mejor ya no lo hace", asevera.


La prueba humanística tendría como objetivo asegurar la entrada a aquellos alumnos con más vocación



De esta manera, Cobo confirma que la OMC está alineada con la propuesta desde la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina, que aboga por una prueba complementaria a la EBAU que evalúe actitudes específicas. Los propios decanos confirmaron a este periódico que la idea es llevar la propuesta al Ministerio de Universidades, una acción que, desde la OMC comentan que se haría "a través del Foro de la Profesión Médica", pues es la voz unificada de la profesión. 


Más allá de un gran currículum para ser buen médico 


Antonio Compañ, vicepresidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina, explica a este medio que dentro del gremio "la opinión en general es positiva" y que les gustaría "introducir pruebas para descartar, no solamente con el tema del humanismo, sino porque hay estudiantes de Medicina con gran currículum pero que no son buenos médicos".

El decano pone en valor que aunque esto todavía no ha sido desarrollado del todo, "es evidente que hay algún tipo de estudiantes con problemas en relaciones personales y atención directa al público y que, en este caso, no serían buenos médicos". Así, recuerda que abogan por "hacer algo más que solo una nota de corte, pues esta da una valoración muy objetiva pero no dice nada más".


"La nota de corte es muy objetiva, pero no dice nada más del alumno"



Por su parte, Compañ hace una advertencia, pues asegura que otros países han adoptado este sistema, "y han tenido problemas". "En Portugal se instauró una entrevista previa y al año siguiente empezaron aparecer academias de preparación para la entrevista psicológica, es la pescadilla que se muerde la cola", desarrolla.

Una prueba humanística "llena de agujeros"

Estas dudas son las que hacen que haya algunas voces disidentes dentro de los decanos de Medicina. Por ejemplo, Antoni Trilla, decano de la facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, explica que si no se producen cambios en el sistema, los alumnos de Medicina deberían seguir accediendo por la EBAU. El motivo principal es la dificultad a la hora de evaluar una prueba humanística para acceder a la carrera. "Una cosa es demostrar que sabes correr o nadar para poder enseñarlo, pero es más difícil valorar la empatía o ética de situaciones que los alumnos todavía no han vivido porque no han empezado a estudiar Medicina", concreta 

Estas pruebas humanísticas, comenta, pueden tener "agujeros" al tratarse de valoraciones más subjetivas y, argumenta que, como mucho, plantean que se podría llegar a dar una prueba que recordase al "examen de conducir": tras la parte teórica o EBAU, podrían hacer un examen más práctico con el que identificar el número "probablemente poco numeroso" de personas que no reunieran las condiciones para estudiar Medicina, aunque asegura que es "terreno pantanoso".


"En el grado de Medicina debería incluirse toda la formación humanística más allá de lo puramente biológico"



"Es cierto que los alumnos deben llegar con determinadas condiciones, ser buenas personas, tener educación y cierta capacidad de relación con los demás. Pero eso también son habilidades que corresponde enseñar en las facultades, especialmente para aprender a ser empáticos para los pacientes y sus familias; es un proceso que se aprende", concreta Trilla. Además, insiste en que si la prueba humanística fuera diferente en cada comunidad autónoma sería "un caos multiplicado por 17" ya que los alumnos necesitarían hacer un examen distinto por cada universidad a la que quieran presentarse.

Las facultades de Medicina de Cataluña ya participaron en una prueba piloto donde participaron más del 30 por ciento de los alumnos de primer curso, con resultados que "no fueron concluyentes" y esto es, señala Trilla, motivo de "discusión, mejora e investigación científica". "Tendrían que darse una serie de condiciones antes de seguir adelante con una prueba así, que debería ser única, bien validada y fácil de realizar. Además, es responsabilidad de las facultades intentar que esto mejore, no tiene que venir de fábrica, hay que intentar que tengan estas cualidades pero también enseñarles a que las adquieran", matiza.
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