María Isabel Moya, vicepresidenta primera de la OMC.
La Comisión Europea ha alcanzado un consenso político entre el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europa que permitirá el
desarrollo del Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS). Esta normativa permitirá que los datos de salud de un ciudadano de la UE sean interoperables con el resto de Estados miembros, un paso que desde la
Organización Médica Colegial (OMC) valoran de manera positiva, e incluso ven como un vehículo para lograr el intercambio de datos de salud entre los 17 sistemas de salud españoles.
"En nuestro país no hemos sido capaces de tener ese intercambio entre territorios, y puede venir bien tener un
reglamento desde Europa que impulse este sistema para conseguir implantarlo de manera interna", explica a
Redacción Médica María Isabel Moya, vicepresidenta primera de la OMC. En la actualidad, l
os historiales clínicos de los pacientes no son interoperables entre los distintos territorios españoles, lo que deriva, como explica la médica, en dificultades a la hora de tomar decisiones, o en la repetición de pruebas médicas de manera innecesaria.
Impulsar a España en materia de interoperabilidad
"España va a tener muchas dificultades para implantar la normativa Europea", asegura Moya, que destaca que nuestro país va por delante que otros países vecinos en
materia de innovación, talento y tecnología, "pero a la hora de implantarlo no hay un plan para que todas las comunidades autónomas partan del mismo nivel".
El EEDS plantea que
los médicos puedan acceder al historial de cualquier paciente, esté en el país que esté. Los ciudadanos tendrán que ser informados en el momento en el que se vaya a acceder a sus datos y, además, tendrán capacidad para poder decidir si quieren o no que su información se utilice en materia de investigación. "Es un buen punto de inicio para conseguir que la información sea compartida en el nivel primario y secundario", apostilla la profesional.
"Este uso secundario de datos compartidos tiene potencial para
mejorar la investigación, las políticas sanitarias y aportar más información al médico a la hora de abordar su trabajo", explica la vicepresidenta de la OMC, que destaca que en la actualidad los médicos recopilan muchos datos en el día a día "pero eso no revierte en una información útil en la práctica". "Con la integración de datos de diferentes fuentes se va a incrementar la capacidad del profesional de atender mejor a los pacientes", asegura.
Uso secundario de los datos médicos
La intención de la UE, con esta normativa, es impulsar la investigación. La idea es que
los datos ayuden a desarrollar tratamientos y medicamentos personalizados, así como en el campo de la salud pública,
incrementar la preparación ante futuras crisis. "El acuerdo sienta las bases para utilizar los datos con fines loables para beneficio de la sociedad mientras se mantienen los principios éticos que sientan la Medicina", pone de manifiesto Moya.
Sobre el uso primario de los datos, la médica destaca que los médicos, conozcan o no previamente al paciente, y estén en el país que estén, podrán tomar "mejores decisiones y repetir menos pruebas", lo que revierte de manera directa en un beneficio para el paciente. "Cada vez hay más desplazamientos por vacaciones y trabajo; es importante
tener acceso a su información para poder dar la mejor atención", termina la vicepresidenta.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.