Dos especialistas explican la importacia de dotar al sistema sanitario de Unidades de Lípidos hospitalarias

Ruth Boente y Gemma Rodríguez detallan qué son las Unidades de Lípidos, cuál es su trabajo diario y a quién van dirigidas.
Ruth Boente y Gemma Rodríguez.


25 abr. 2024 7:00H
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Las patologías cardiovasculares son unas principales causas de muerte en España. Solo en 2020, 82.309 fallecimientos se relacionaron con enfermedades del corazón, tal y como detalla un informe del Ministerio de Sanidad. Las dislipemias son uno de los factores que más contribuyen a su desarrollo. En este contexto, las Unidades de Lípidos recobran especial relevancia, pues con la prevención, el diagnóstico y el tratamiento que se realiza en todas ellas se lucha para evitar que los pacientes presenten ictus o infartos, y reducir así la mortalidad de la población, según explican las expertas.

Ruth Boente, responsable de la Unidad de Lípidos del Hospital Ribera Povisa (Vigo), y Gemma Rodríguez, colaboradora y miembro de la Unidad de Lípidos del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), explican en una entrevista a Redacción Médica en qué consisten, la relevancia de crear este tipo de unidades y qué tipos de personas acuden. En ellas se realiza un trabajo multidisciplinar que involucra a varias especialidades médicas, así como a distintos perfiles sanitarios y, aunque se concentren en ciertas comunidades autónomas, las especialistas apuestan por su expansión por todo el territorio nacional por los beneficios que aportan a los pacientes.

Ambas son socias de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA), de la que destacan la actividad formativa para que los profesionales permanezcan "actualizados y motivados" en el tratamiento de la dislipemia. “Esto va a ayudar a que en su entorno también se refleje esta mejora en la atención, ya que se involucra al resto de profesionales con los que compartimos el día a día”, detalla Boente.

Además, las dos facultativas destacan la multidisciplinariedad de la SEA, con unidades en especialidades como Medicina Interna o Endocrinología, entre otras, que ayudan notablemente a ofrecer una mejor valoración de pacientes tanto para Primaria, como para la propia Medicina Interna, Neurología, Cardio Vascular, Endocrino o Nefrología, entre otras ramas de la medicina.

¿En qué consisten las Unidades de Lípidos? ¿Qué papel desempeña el trabajo multidisciplinar en este tipo de áreas?

Ruth Boente: Las Unidades de Lípidos son secciones hospitalarias que se dedican a la asistencia de patología relacionada con los lípidos. Generalmente, se precisa un trabajo multidisciplinar, ya que son varias las especialidades que tratan a pacientes con dislipemia y alto riesgo cardiovascular. Por esto, las acciones deben ir coordinadas para una atención homogénea y de calidad.

Gemma Rodríguez: Las Unidades de Lípidos están orientadas al diagnóstico y tratamiento de dislipemias complejas como las hipercolesterolemias familiares o a pacientes con muy alto riesgo cardiovascular que ya han tenido un infarto o un ictus. Adicionalmente, también se actúa para la prevención de enfermedades relacionadas con los lípidos, como la hipercolesterolemia o la hipertrigliceridemia, que conllevan problemas de salud, fundamentalmente cardiovasculares. En muchas ocasiones se trata de problemas complejos que, además, requieren de una detección familiar y, en algunos casos, de tratamientos de dispensación y control hospitalario.

El trabajo multidisciplinar es fundamental, desde los compañeros de Atención Primaria, puerta de entrada de la mayoría de los pacientes, hasta los de Atención Hospitalaria, quienes los derivan a la unidad. Pero también es esencial contar con un buen equipo de Análisis Clínicos y de Genómica para poder realizar los estudios necesarios. Adicionalmente, la colaboración con Farmacia es importante, pues muchos tratamientos son de dispensación hospitalaria

Precisamente en ese trabajo multidisciplinar, ¿cómo se coordinan?

Boente: En nuestro caso, aunque la consulta de lípidos se desarrolla en el ámbito del Servicio de Endocrinología,  hemos trabajado con diferentes especialidades en la elaboración de protocolos para el manejo de la dislipemia, centrándonos inicialmente en los pacientes de muy alto riesgo cardiovascular. Así, ya desde Cardiología, Neurología o Cirugía Vascular se inicia una valoración e intensificación del tratamiento hipolipemiante que debe tener continuidad contando con los  médicos de Atención Primaria y derivando a la unidad los casos subsidiarios.

Rodríguez: La coordinación se da, sobre todo, gracias a un protocolo conjunto realizado por especialistas de Endocrinología y Nutrición, coordinados con especialistas de Atención Primaria, Análisis Clínicos, Farmacia Hospitalaria y Medicina Genómica.

¿Qué beneficios aportan dichas unidades para el paciente?

Boente: Las Unidades de Lípidos son el lugar de referencia para derivación de pacientes con dislipemias complejas y de muy alto riesgo cardiovascular de difícil control, dando opción a ubicarles en un área concreta donde sean atendidos por especialistas con experiencia en esta patología, donde se pueden realizar estudios más complejos y ofrecer  tratamientos que no se pueden prescribir desde cualquier área.

Rodríguez: En la actualidad la principal causa de muerte se atribuye a las enfermedades cardiovasculares, siendo la dislipemia uno de los factores que más contribuyen a su desarrollo. Así, la prevención, diagnóstico y correcto tratamiento de la dislipemia podría evitar que los pacientes presenten ictus, infartos y, en definitiva, reducir la mortalidad en la población.

Nuestra unidad tiene un programa de cribado (Cribado-HF) para la detección precoz de la hipercolesterolemia familiar mediante la alerta automática a través del laboratorio central. Se trata de una enfermedad hereditaria que afecta a una de cada 300-500 personas, que se trasmite al 50 por ciento  de los miembros de una familia, tanto hombres como mujeres, y que se manifiesta desde la infancia. Se estima que en el Área Sanitaria de Santiago de Compostela y Barbanza habría entre 1.800 y 2.250 personas que padecen esta enfermedad, la mayoría aun sin identificar. Además, se asocia con un elevado riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular prematura y se caracteriza por unos niveles de colesterol-LDL elevados, con riesgo de muerte a edad temprana.

Alrededor de un 50 por ciento de los varones y el 20 por ciento de las mujeres con hipercolesterolemia familiar sin tratamiento presentarán un episodio coronario a la edad de 50 años. Por lo tanto, el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado son fundamentales para prevenir la enfermedad cardiovascular. De ahí, el interés de la puesta en marcha del programa Cribado-HF para la detección de la hipercolesterolemia familiar,  principalmente desde los especialistas de Atención Primaria. Los resultados desde su instauración son muy prometedores, lo que anima a seguir creando iniciativas como esta.


Boente: "El control de la dislipemia en pacientes de alto riesgo cardiovascular está lejos de alcanzarse"



¿Por qué es importante la creación de estas?

Boente: Es importante la creación de Unidades de Lípidos por varios motivos. Como sabemos por diversos estudios, el control de la dislipemia en pacientes de alto riesgo cardiovascular está lejos de alcanzarse; es preciso concienciar y trabajar en equipo para mejorar este aspecto. Además, en casos de dislipemias primarias, además de los estudios genéticos, en las unidades puede realizarse el estudio en cascada a familiares.

En ocasiones pueden ser precisos  estudios complejos, que no se pueden realizar en ciertos ámbitos y mediante la red de Unidades de Lípidos obtener acceso a los mismos. Igualmente, en caso de necesitarse tratamientos complejos, pueden realizarse derivaciones entre unidades o conseguir iniciar fármacos en fase de investigación.

Rodríguez: En nuestro caso ha sido importante porque nos ha permitido crear protocolos y contar no solo con el apoyo de otros especialistas, sino también con el de la gerencia hospitalaria. Esto ha posibilitado crear, por ejemplo, alertas en las analíticas y llevar a la detección de personas con hipercolesterolemia familiar, identificando pacientes que tienen la enfermedad, pero que no han tenido eventos cardiovasculares.

Las Unidades de Lípidos se concentran especialmente en Cataluña, Andalucía y la Comunidad de Madrid, ¿qué creen que falta para que las Administraciones de otras comunidades autónomas den el salto a crear dichas Unidades?

Boente: Hemos comprobado que en algunas áreas, pese al interés de los profesionales, los trámites administrativos requeridos en el hospital para llevar a cabo la creación de nuevas Unidades de Lípidos han sido uno de los lastres para que se consolidasen dichas unidades.

Rodríguez: Dar a conocer la posibilidad de crear nuevas unidades puede animar a más compañeros a formarlas. Muchos atienden a pacientes en sus consultas sin estar integrados en una unidad, aunque funcionan como una; solo tienen que dar el paso y crearla.  A veces, se piensa que es difícil y complejo, pero estoy segura de que se pueden formar muchas más de las que existen.

¿Cómo es el día a día asistencial pero también gestor en una Unidad de Lípidos?

Boente: En la Unidad de Lípidos atendemos fundamentalmente a pacientes con dislipemias primarias y otros de alto riesgo cardiovascular que no alcanzan los objetivos de control, derivados tanto por Atención Primaria como por otras especialidades. Contamos con la ayuda de la consulta de la enfermera de nutrición para refuerzo de consejos de estilo de vida y realización de ITB (índice tobillo brazo) y con la colaboración de Cirugía Vascular para la realización de estudios de ecografía vascular.

Rodríguez: En cuanto al dia a dia, tenemos una vía directa de derivación con AP mediante una consulta electronica. El tiempo de respuesta es menos de una semana para facilitar la comunicación entre los especialistas y nosotros. El 45,9 por ciento de ellas se resuelven de forma telemática evitando desplazamientos de los pacientes al hospital, algo muy importante en un area con gran dispersion geografía como la De Santiago de Compostela. Al 26,6 por ciento se les indica seguimiento mediante consulta (telemática) y al 27,5 por ciento se le cita de forma presencial en una consulta específica. Para el correcto funcionamiento de la unidad es fundamental que todas la piezas encajen entre los compañeros de Primaria, los de Análisis Clínicos y nosotros, que hacemos la atención telemática y presencia.


Rodríguez: "Los MIR de Cardiología, Neurología, Medicina Interna, Medicina de Familia y Endocrinologían deben tener una excelente formación en lípidos para el correcto diagnóstico, tratamiento y prevención"



Ambas forman parte de Unidades de Lípidos emergentes, ¿cómo han evolucionado estas unidades desde que trabajan en ellas? ¿Cuáles creen que deben ser los próximos pasos?

Boente: En nuestro caso, la idea inicial era tener una consulta como referencia para derivación de los casos ya comentados, ya que, por ejemplo, desde Atención Primaria no tenían claro donde derivar. Hemos difundido la puesta en marcha de la consulta entre diversas especialidades; hemos elaborado un protocolo para una atención homogénea de nuestros pacientes de muy alto riesgo cardiovascular, en colaboración con otras especialidades. Necesitamos continuar con el proceso de difusión para recibir más pacientes, comprobar que conseguimos mejoría en el control de la dislipemia de los pacientes con los cambios instaurados  y continuar avanzando, por ejemplo, en la creación de sistemas de alerta con Análisis Clínicos.

Rodríguez: Nuestra unidad evoluciona bien. Se han activado más alertas del laboratorio y ahora estamos trabajando en la derivación intrahospitalaria, tanto desde la planta de hospitalización como desde consultas hospitalarias

En la última edición del Congreso de la SEA había una mesa dedicada a CREAMOS en la que participaron para analizar qué supone la acreditación de estas unidades, ¿qué les dirían a compañeros suyos asistenciales de otros territorios respecto a emprender el camino para crear algo así en sus hospitales?

Boente: Les animaría a iniciar el proyecto, ya que es necesario que más especialistas se involucren para conseguir mejores resultados en los pacientes, concienciar al resto de profesionales, colaborar en docencia, investigación… Es práctico y los requisitos no son complejos.

Rodríguez: La acreditación de la unidad ‘te pone en el foco’ y es una gran oportunidad para crear protocolos y lograr una colaboración conjunta con otras especialidades. Te da voz para que los compañeros recuerden a donde derivar estos pacientes con dislipemias complejas.

¿Qué rol tienen estas Unidades en un ámbito tan importante para el futuro asistencial como son los MIR?

Boente: Efectivamente, la docencia es otro aspecto fundamental. Posibilitar que los MIR roten en Unidades de Lípidos va a concienciar más a los futuros médicos sobre el manejo óptimo de las dislipemias y mejorar los resultados.

Rodríguez: La formación en lípidos es esencial en gran parte de las especialidades médicas, pues la dislipemia es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular con gran cantidad de infartos, ictus, enfermedad arterial periférica, etc. Por tanto, los MIR de Cardiología, Neurología, Medicina Interna, Medicina de Familia y Endocrinología deben de tener una excelente formación en lípidos para el correcto diagnóstico, tratamiento y prevención.
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