"Hay que vacunar a niños, pero deberíamos tener evidencia más contrastada"

Tras la aprobación de la vacunación contra el covid a los menores de entre 5 y 11 años por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), Raúl Ortiz de Lejarazu, asesor científico y director emérito del Centro Nacional de Gripe en el Hospital Clínico de Valladolid, ha querido llamar a la calma durante su intervención en el 42º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI): “No estoy en contra de la vacunación en menores, pero vacunar a la población infantil cuando el coste beneficio dista mucho de estar contrastado con estudios con una población de 3.000 menores es un poco precipitado”.

Intervención completa de Ortiz Lejarazu en la mesa 'Actualización de la vacunación frente al Covid-19'.

El especialista en medicina preventiva recuerda que la EMA regula la aprobación de vacunas, pero “no hace indicaciones” y recomienda a las autoridades españolas paciencia para tomar una decisión. “El beneficio riesgo en la vacunación contra el covid en niños es verdad, pero deberíamos esperar a tomar una decisión cuando tengamos datos más contrastados”, detalla Ortiz de Lejarazu.

En relación al estudio del efecto de la vacuna de Pfizer en la población menor de Israel, el especialista asegura que los efectos adversos se han visto minimizados. Sin embargo, cree que se debe recopilar más información y esperar, por ejemplo, a tener más datos de la experiencia que se está llevando a cabo en Estados Unidos.

Unas reglas distintas en la vacunación covid a menores

A pesar de esta llamada a la calma, Ortiz Lejarazu recalca que no está en contra de vacunar a los menores, pero advierte que el “campo de juego” no es el mismo que en el adulto y que las “reglas del juego” cambian con esta decisión. “Sería la primera vez que vacunamos a una parte de la población para tener beneficios en otra franja de edad”, señala el director emérito del Centro Nacional de Gripe en el Hospital Clínico de Valladolid.

En ese sentido, el preventivista considera que el motivo de adoptar esta decisión “tan rápidamente” se basa en que hay seis veces más probabilidad de contagiarse y catorce veces de morirse de covid entre los no vacunados. Aunque, según resalta Ortiz Lejarazu, los niños de 2 años son los que más test positivos dan y no hay una vacuna para esta franja.

“Veremos hasta donde llega esta medida. Es un desafío vacunar a los menores, pero aún seguirán quedando mayores sin protección, que son los más vulnerables y más vale inocular a los no vacunados que buscar nuevos objetivos poblacionales”, resalta el especialista.

Instante de la mesa 'Actualización de la vacunación frente al Covid-19'

Sí a la dosis de refuerzo del covid

En cuanto a la dosis de refuerzo, el preventivista la ve “lógica” y asegura que todo el mundo se la tendrá que acabar poniendo. “En todos los virus respiratorios no hay ninguna vacuna que de inmunidad de por vida y el Covid-19 no iba a ser una excepción”, asegura Ortiz Lejarazu, quien también avala la eficacia de esta dosis de refuerzo con base en los datos del estudio de Pfizer en la población de Israel.

Pese al positivismo con la tercera dosis, Ortiz de Lejarazu también lanza una advertencia: “Estamos haciendo booster( dosis de refuerzo) con la cepa Wuhan y no en base a la actual. En vacunas que incluyan todo el impronte genético no hay problema, pero en alguna que no sea así podría darse que futuros boosters no favorecieran la efectividad de las vacunas contra el covid-19 adaptadas a las nuevas variantes”.

Otros de los temas de especial relevancia para Medicina Interna es el efecto de la vacunación en los pacientes con covid persistente o long covid. “Si tiene sentido vacunar a un long covid, hay efectos secundarios descritos pero son pocos. En un reciente estudio detectaron dos casos de entre 500 sujetos donde se tuvo que suspender la vacuna. Aunque solo fuera un 30 por ciento de mejoría de síntomas es un porcentaje importante, por lo tanto es recomendable la vacunación”, asegura el especialista.