José Manuel Valverde, vicepresidente de SEMG Baleares.
La implementación de los
incentivos económicos, curriculares y para investigación necesita un refuerzo no menor, según Medicina Familiar y Comunitaria (
MFyC). Concretamente, desde la especialidad recalcan que la
insularidad “evidentemente” se debe tener más en cuenta a la hora de ofrecer el trabajo de especialista de Familia en cualquier
centro de salud del archipiélago canario o de las Islas Baleares, ya que en esas dos comunidades autónomas el
costo de la vida es “muy alto”. Por ello,
José Manuel Valverde, vicepresidente de la federación balear de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (
SEMG), recalca la importancia de
actualizar los incentivos anualmente y conforme al Índice de Precios de Consumo (IPC).
Es decir, que el especialista plantea que los incentivos económicos varíen dependiendo del coste de la vida. Si el
precio de los alimentos o el alquiler de una vivienda sube, que el
sueldo del profesional sanitario suba también. “Tiene que ser una
renovación anual y en base al IPC, por supuesto. Hay que facilitar que el que venga a formarse, a hacer la residencia o a hacer una sustitución de verano no se gaste prácticamente todo el sueldo en una habitación”, explica a este diario Valverde. Además, añade que “al ser una
comunidad autónoma turística es todo más caro. Somos un destino muy deseable para los ciudadanos europeos, por lo que el coste de la vivienda es carísimo”.
Pese a la importancia que recibe el sueldo médico, Valverde apunta también hacia otro tipo de incentivos: “Al médico no solo se le incentiva con lo económico, hay que ofrecerle otras cosas como, por ejemplo, favorecer su
formación continuada o darle la posibilidad para
investigar”. Así, asegura que las administraciones lograrán hacer sus
plazas de Medicina de Familia más atractivas.
Otro de los “problemas” que encuentra la especialidad en las regiones de Canarias y Baleares es la dificultad de visitar a familiares y amigos que se encuentren en la península. “Salir de aquí para ver a la familia cuesta mucho. Tenemos que ir en barco o en avión, y, por lo tanto, es más complejo que si viviéramos en la península”, relata Valverde. Es por ello que el vicepresidente de SEMG Baleares apunta a que los
incentivos por insularidad deben modificarse en base al IPC y a una actualización anual tanto en Canarias como en Baleares.
Incentivos actuales en Baleares y Canarias
A día de hoy, según datos de la Consejería de Sanidad de Baleares, el
déficit de profesionales sanitarios es latente, además de no estar garantizado el
relevo generacional en la comunidad. En 2025 se estima que en el archipiélago mediterráneo se
jubilarán unos 250 especialistas y que el número de bajas laborales estará en una horquilla de entre 348 y 487. Además, tal y como recoge la propia SEMG, “solo acabarán la formación 161 colegiados”. “Esto quiere decir que, aunque esos 161 residentes acabaran su formación en Baleares y se quedaran aquí trabajando, seguiríamos teniendo un agujero porque no se habría paliado el
déficit médico”, argumenta Valverde.
"La fábrica de hacer médicos tiene un ritmo. Aunque todos los MIR formados aquí se quedaran en Baleares, seguiría habiendo déficit"
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“La fábrica de hacer médicos tiene un ritmo. La
formación MIR que son capaces de dar los hospitales y los centros de salud es absolutamente insuficiente, aunque todos los que se formaran aquí se quedaran. Seguiría habiendo déficit, y esto es un hecho que hay que tener en cuenta”, sentencia.
Para hacer frente a este problema, desde la
consejería se han anunciado estas últimas semanas una serie de medidas. Trabajar en las
plazas de difícil cobertura se traduce en un
monto extra de cuatro mil euros repartidos en doce pagas en la categoría A1 y de
tres mil en la A2. En total, entre los
médicos de Familia de Menorca, Formentera e Ibiza están casi 2.000 profesionales, por lo que esas ayudas irán destinadas a ellos.
En
Canarias, por su parte, tal y como explican desde la sociedad médica, el complemento por insularidad es diferente entre las islas capitalinas (
Gran Canaria y Tenerife) y las periféricas, “donde es más del doble”. “Dentro de las islas hay plazas que por su especial situación de alejamiento o de
dispersión de población son de difícil cobertura y tienen incentivos añadidos”, comentan en SEMG. “El incentivo por residencia en bruto para un médico con cinco trienios en Lanzarote es de 600 euros superior a Gran Canaria, salvo si es de la isla o tenga familiares o alojamiento asegurado”, añaden.
"Nuestra población en verano se duplica, y tenemos que seguir garantizando a todos una atención médica"
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Efecto del turismo en la Familia insular
En la especialidad inciden en que “ningún incentivo es suficiente para paliar el déficit absoluto de médicos de Familia”, ni en Baleares, ni en Canarias ni en ninguna otra región del país. Y es que, tal y como prosigue Valverde, Baleares cuenta con un problema añadido en cuanto a la
atención sanitaria, que no es otro que el
incremento poblacional que se da en el archipiélago cuando llega el verano. “Tenemos una población que en periodo estival se duplica, y que sigue necesitando
atención médica”, recalca Valverde.
Además, si Mallorca ya por sí tiene dificultades, en otras islas esos problemas se agrandan. “En esas islas aún es
mucho más cara la vivienda y las
comunicaciones son más complejas. Y ya si hablamos de Formentera tenemos que hablar de
triple insularidad, porque hay que pasar sí o sí por Ibiza y en algunos casos por Ibiza y Mallorca”, concluye, recalcando que las autoridades sanitarias tienen “la obligación de
garantizar la atención sanitaria a toda la ciudadanía”, sea invierno o verano.
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