Laureano Molins, coordinador de The Lung Ambition Alliance; Fátima Matute, consejera de Sanidad; y Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de Astrazeneca España.
Un
diagnóstico a tiempo lo cambia todo. En el
cáncer de pulmón, su detección se traduce en años de vida para los pacientes, sin embargo, el
cribado de esta enfermedad no parece llegar. A pesar de que la Comisión Europea puso como fecha el 2025 para que los estados miembros incorporaran nuevos programas (en
cáncer de pulmón, gástrico y próstata), España todavía no ha dado el paso. Al igual que tampoco están llegando políticas públicas para la
prevención primaria y secundaria de este tumor.
"Con un diagnóstico temprano podemos
duplicar las tasas de supervivencia del cáncer de pulmón. Europa dió una recomendación clara y debemos implementar la
tomografía computarizada de baja dosis", ha explicado Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de
Astrazeneca de España, en la IV edición de 'Juntos Ahora', organizada por la Lung Ambition Alliance, una colaboración de diversas organizaciones unidas con el objetivo de redefinir los límites para aumentar la supervivencia en cáncer de pulmón.
Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y Acceso al Mercado de Astrazeneca de España.
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En este sentido, Moreno ha subrayado el compromiso de la farmacéutica con la
investigación y la cooperación público-privada con el objetivo de lograr un diagnóstico precoz y
obtener datos de valor en torno a este tumor. "Esta información servirá para la toma de decisiones y la
evaluación del coste-efectividad en el futuro", ha añadido.
Cada 20 minutos, una persona fallece en nuestro país por cáncer de pulmón. El tabaquismo está
detrás del 90 por ciento de estos casos, pero también hay evidencias de que la
contaminación atmosférica es otro de los factores de riesgo. "Deberían implantarse
políticas públicas preventivas que no solo aborden el riesgo que supone el tabaco, sino el aire. El nueve por ciento de las muertes por cáncer de pulmón son atribuibles a la contaminación atmosférica. Diagnosticar en fases tempranas puede aumentar notablemente las tasas de supervivencia,
el 90 por ciento de los pacientes que se detecten estadio 1 tendrán una supervivencia a cinco años", ha detallado Moreno.
Acceso a la innovación sanitaria
Por su parte,
Fátima Matute, consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ha sumado a la detección del cáncer de pulmón el acceso a la
innovación sanitaria. "Es importante tener equidad en la secuenciación genómica de los tumores", ha asegurado. Como ejemplo, ha puesto el Plan de Terapias Avanzadas de Madrid, que cuenta con siete centros CAR-T donde
"uno de cada cuatro pacientes" son de otra comunidad autónoma.
Fátima Matute, consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
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"Trabajar en la equidad, pero también en el
tratamiento precoz, preciso y equitativo porque ahora solo el 10 por ciento de los pacientes con este tumor se diagnostican en fases tempranas. Al igual que debemos contar con la
mejor tecnología sanitaria posible", ha expuesto Matute, quien añade que en el caso del cáncer de pulmón también habría que llevar a cabo la
educación en hábitos saludables, que van desde dejar de fumar a no contaminar.
Por todos estos motivos, ha recogido uno de los deberes que se ha puesto a la Administración en esta cita y ha confirmado su intención de
homogeneizar procesos para tener conjuntos de datos y sacar conclusiones. "Si tenemos evidencias científicas, podremos
tratar mejor a los pacientes y salvar vidas", ha concluido.
Contaminación ambiental y su relación con el cáncer de pulmón
A lo largo de esta jornada, ha habido varias mesas redonda y la primera se ha centrado en el cribado, la prevención primaria y la contaminación ambiental. Son
25.000 personas las que fallecen cada año en nuestro país por esta causa y, sin embargo, hay factores que se pueden prevenir como es
dejar el tabaco o reducir los niveles de contaminación ambiental que hay en las grandes ciudades.
No obstante, una vez que se ha detectado el cáncer de pulmón,
algunos pacientes todavía siguen fumando y esto afecta directamente a su respuesta a los tratamientos. En palabras de Carlos Jiménez-Ruiz, neumólogo y experto en tabaquismo, hay una
mejoría real de la calidad de vida y de los índices de supervivencia; pero también se reducen las recidivas del cáncer y de las
posibilidades de un segundo tumor. "Los pacientes que no fuman y reciben tratamiento tienen mejor respuesta y menos complicaciones", ha afirmado.
Para Jiménez-Ruiz es posible dejar este hábito, pero para ello hay que
combinar el asesoramiento psicológico, para combatir la dependencia psíquica, y el
tratamiento farmacológico para la adicción que produce la nicotina. "Además, la nueva ley del tabaco
no incluye los cigarrillos electrónicos y los calentadores. Debe modificarse para que la prohibición de utilizarlos en algunos espacios se extienda a ellos", ha reflexionado el neumólogo.
Mesa redonda sobre el cribado de cáncer de pulmón, la prevención primaria y la contaminación ambiental.
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Dejando a un lado el tabaco, el siguiente factor de riesgo es la
contaminación atmosférica, pero Laura Mezquita, médica adjunta al Servicio de Oncología Médica y Clínica-Científica Juan Rodés del Hospital Clínic de Barcelona, ha ido más allá y
ha puesto el foco en el radón. Un gas radiactivo que se filtra al interior de los edificios desde el subsuelo y que está considerado como cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Es una exposición a un gas que muchas veces no se conoce. Como profesionales sanitarios
debemos enseñar a nuestros pacientes en qué consiste, que se puede medir y que se puede reducir realizando determinadas obras", ha manifestado la experta.
Por último, en esta mesa debate también ha intervenido Luis Seijo, co-coordinador del
Proyecto Cassandra de cribado de cáncer de pulmón. Seijo ha sido contundente:
se necesitan recursos económicos para ampliar esta iniciativa y llegar a más pacientes. El objetivo en los próximos años es conseguir involucrar a
entre 30.000 y 40.000 personas, pero se requieren recursos.
"Nosotros vamos mas allá de
una prueba de imagen para detectar cáncer de pulmón. En este tumor tienen mucha relación también las
enfermedades cardiovasculares, por lo tanto, hay que ir hacia una prevención primaria y secundaria. Podemos evitar muchas muertes por infarto e ictus", ha sostenido. De hecho, con Cassandra puede detectarse la
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), que es una de las principales muertes en nuestro país, a través de espirometrías. "No podemos seguir financiándonos con las sociedades científicas,
necesitamos a la Administración sanitaria de nuestro lado", ha concluido.
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