Administrar este medicamento junto a trastuzumab y quimitorapia logra también diminuir la mortalidad



3 jun. 2015 17:27H
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Redacción. Madrid
Hace menos de un año un nuevo anticuerpo monoclonal, pertuzumab, marcó un hito en el control del cáncer de mama HER2 positivo metastásico al conseguir que su uso, combinado con trastuzumab y la quimioterapia con docetaxel, obtuviera una mediana de supervivencia global sin precedentes de 56,5 meses. Este fármaco también se ha desarrollado para estadios iniciales, concretamente antes de cirugía (neoadyuvancia), donde la finalidad es curativa y nuevos datos respaldan su potencial cuando la enfermedad está en una fase inicial. Los nuevos datos del estudio fase II NeoSphere presentados en la 51 Reunión de la Asociación Americana de Oncología Clínica (ASCO, Chicago) sugieren que administrar la pauta de pertuzumab, trastuzumab y quimioterapia de forma previa a la cirugía (neoadyuvancia) consigue una mayor reducción del riesgo de recaída y muerte que trastuzumab y quimioterapia. El perfil de seguridad coincide con el ya observado en estudios previos con Pertuzumab.

Ana Lluch.

En el estudio NeoSphere se evaluó a los tres años tanto la supervivencia libre de progresión (SLP) como la supervivencia libre de enfermedad (SLE). Los datos sugieren que las pacientes que incluyeron Pertuzumab en su tratamiento antes de la cirugía redujeron en un 31 por ciento el riesgo de recaída o muerte (SLP HR=0.69; 95 por ciento CI, 0.34–1.40) frente a las que solo recibieron trastuzumab y quimioterapia. Se observó igualmente que la inclusión de Pertuzumab podría conseguir que las pacientes disminuyeran en un 40 por ciento el riesgo de muerte o recaída de la enfermedad (SLE HR=0.60; 95 por ciento CI, 0.28–1.27).1 En este estudio las pacientes que recibieron el tratamiento neoadyuvante también fueron tratadas con Trastuzumab más quimioterapia después de la cirugía (adyuvancia). Los resultados son descriptivos debido a que este trabajo no fue diseñado para mostrar diferencias significativas en términos de SLP y SLE.

Los datos que acaban de difundirse en Chicago ponen de relieve que aquellas pacientes con respuesta patológica completa (RpC), entendida ésta como ausencia de tejido tumoral detectable en la mama y en los ganglios linfáticos en el momento de la cirugía, podrían ser, independientemente del tratamiento recibido, las que más posibilidades tuviesen de seguir vivas y libres de enfermedad a los tres años (SLP HR=0.54; 95 por ciento CI, 0.29–1.00; SLE HR=0.68; 95% CI, 0.36–1.26). De este modo parece  razonable esperar la correlación entre la RpC y una mejoría de los resultados a largo plazo.

De forma previa a este análisis, ya se había comprobado que la pauta que incluía pertuzumab consigue incrementar el número de pacientes que alcanzan la RpC frente  Herceptin y la quimioterapia con docetaxel (39,3 por ciento versus 21,5 por ciento). Los nuevos resultados comunicados en ASCO sugieren que este mayor beneficio, en términos de RpC que aporta la pauta con pertuzumab, podría traducirse en una mejor evolución a largo plazo de estos pacientes.

En el estudio NeoSphere han participado ocho hospitales españoles. Dos de ellos figuran también como autores del análisis presentado en esta edición del Congreso: el Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Reina Sofía de Córdoba. Una de las autoras, la doctora Ana Lluch, jefa del Servicio de Oncología y Hematología del primero de estos centros, destaca la importancia de este trabajo “por dar buenas noticias en fases iniciales en las que podemos lograr la curación. Sabíamos que la pauta que combina los dos anticuerpos, pertuzumab y trastuzumab, junto con la quimioterapia, consigue que haya una remisión completa, es decir la desaparición total de la enfermedad, en un 40 por ciento de las pacientes en el momento de la cirugía. En cambio, si lo hacemos solo con un anticuerpo esa tasa baja a la mitad. Ahora, con los datos presentados en Chicago, hemos confirmado que aquellas mujeres que consiguen esta RpC son las que mejor evolucionan, las que menos riesgo tienen de recaer”.

Para Juan de la Haba, oncólogo del Hospital Reina Sofía de Córdoba y autor también del estudio, “estamos ante la confirmación de que el doble bloqueo anti-HER2 con pertuzumab y trastuzumab, más la quimioterapia, es una opción eficaz a largo plazo. Incluso en las pacientes que dentro del estudio tenían peor pronóstico, con tumores localmente avanzados y de alto riesgo de recaída, en el 86 por ciento de ellas no volvió a aparecer la enfermedad”.

Además el resultado que consigue la pauta de tres fármacos es destacable, según Lluch, porque “con solo cuatro ciclos de tratamiento, permite a las pacientes experimentar una desaparición total del tumor; no queda enfermedad residual ni en mama ni en axilas. Ahora, con un seguimiento de cinco años, por los datos comunicados en este congreso, sabemos que en ellas el pronóstico a largo plazo es mejor que las que no consiguieron la remisión completa”. De la Haba coincide en que conviene tener en cuenta que en el estudio se administraron solo cuatro ciclos (12 semanas) cuando lo habitual es aplicar de seis a ocho. “Esto pone aún más de relieve el potencial del uso conjunto de ambos anticuerpos. Es obvio que la doble inhibición tiene un papel clave cuando se busca la curación en pacientes con cáncer de mama HER2 positivo”.

El beneficio que mostraron los primeros resultados del NeoSphere publicados hace tres años permitió que la agencia estadounidense del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) concediera en 2013 la aprobación acelerada (o condicionada) a Pertuzumab como terapia previa a la cirugía para pacientes con cáncer de mama HER2 positivo en fases iniciales y con alto riesgo de sufrir recaída. Fue la primera vez que la FDA autorizaba un tratamiento neoadyuvante basándose en datos de RpC. La aprobación final del fármaco está sujeta a los datos del estudio en marcha fase III, APHINITY que compara Pertuzumab y Trastuzumab más quimioterapia frente a la misma pauta sin Pertuzumab como tratamiento posterior a cirugía en pacientes con cáncer de mama inicial HER2-positivo. Está previsto que los datos estén disponibles el año que viene. Roche también ha solicitado esta misma indicación a la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Esta petición se ha basado fundamentalmente en los resultados del estudio NeoSphere, con datos añadidos del estudio fase II TRYPHAENA, y resultados de seguridad a largo plazo del fase III CLEOPATRA que incluyó pacientes en fase avanzada.

En este sentido, los datos del análisis del NeoSphere difundidos vienen, en palabras de Lluch, “a confirmar el acierto que tuvo la decisión de la FDA al autorizar el uso de pertuzumab antes de cirugía como nuevo estándar; esperemos que contribuyan también a que suceda lo mismo en Europa y se agilice su visto bueno por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), ya que en España el fármaco, por ahora, está autorizado solo para la fase metastásica”. El doctor De la Haba cree que estos resultados serán el “empujón definitivo” para que la EMA autorice su empleo en neoadyuvancia. “La FDA entendió que todo apunta al beneficio que estamos viendo ahora. La EMA consideró que eran precisos más argumentos y éstos están llegando ahora en forma de evidencias científicas que avalan, de forma cada vez más sólida, las ventajas que aporta la combinación de los dos anticuerpos más la quimioterapia”, opina este experto.
 
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