Frank R. Lichtenberg, economista y profesor de la Universidad de Columbia.
Un informe publicado en 2023 estimaba que durante ese año se diagnosticarían 279.260
nuevos casos de cáncer en España. Se trata de una de las
principales causas de muerte en el país. En este contexto de gran importancia de la patología oncológica,
Farmaindustria ha organizado este miércoles una jornada online en la que se ha analizado la relación entre la
innovación farmacéutica y la mortalidad por cáncer en España en el periodo 1999-2016 a través de un estudio firmado por
Frank R. Lichtenberg. Este economista y profesor de la Universidad de Columbia ha explicado que el número de fallecimientos por esta enfermedad aumentó de 82.000 a 100.000 hasta 2016 y que, si no hubiera habido esta apuesta innovadora, el número de muertes habría crecido "muchísimo más", hasta alcanzar los 144.000.
Otro indicador de la relación que utilizó fue la
edad media de muerte por la patología oncológica, que se amplió de los 70 a los 73 años. Sin la innovación, esta media "no habría incrementado".
Pero también se ha detenido en términos económicos. "Las medicinas oncológicas son muy caras, pero la pregunta es si son eficientes", ha comenzado. En 2016 se gastaron
mil millones de dólares en medicamentos nuevos para cáncer que se autorizaron entre los años 2000 y 2016. "Estos cálculos implican que, bajo la premisa de que la asociación entre la innovación y la reducción de la mortalidad es causal, el gasto en medicamentos por año de vida ganado antes de los 75 años con los nuevos medicamentos contra el cáncer que se autorizaron durante ese periodo puede haber sido de
3.269 euros", ha concretado.
Esta cifra, según ha sostenido, es muy inferior a las estimaciones de ratios de
coste-efectividad incrementales en España de algunos fármacos nuevos contra el cáncer.
Además, también se ha apoyado en otros estudios para afirmar que la introducción de nuevos medicamentos está asociada con
reducciones de hospitalizaciones y visitas a domicilio. "Si analizamos el gasto médico total debería ser más bajo gracias a la innovación farmacéutica", ha comentado.
Lichtenberg también ha defendido por qué se ha centrado en innovación pharma: "La mayoría de las
innovaciones biomédicas son biofarmacéuticas. Cuando analizamos los datos publicados se indica que el 85 por ciento proviene de empresas biotecnológicas y farmacéuticas".
La dificultad de acceso a la innovación pharma
Tras la explicación del estudio, se ha dado paso a dos expertos para poner sobre la mesa los aspectos que han considerado más relevantes. Uno de ellos ha sido
Núria Mas, del IESE Business School de Barcelona, quien ha querido destacar la relevancia de este estudio en la actualidad, pues se cuenta con "recursos limitados y
mucha presión financiera".
Nils Wilkin, del Instituto Karolinska (Suecia) y que colaboró con Lichtenberg años atrás en otros análisis, ha debatido sobre otra cuestión: el
acceso, pues una cuestión es que el fármaco sea aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos (
EMA, por sus siglas en inglés) y otra es que el paciente pueda llegar a ese tratamiento. Para apoyar su teoría, ha recordado un estudio centrado en el acceso a la innovación para cáncer de pulmón que ponía de manifiesto importantes retrasos en muchos países, pese a haber sido aprobado estos fármacos por el organismo europeo años atrás.
Esta jornada ha estado moderada por el director general de
Farmaindustria,
Juan Yermo, quien ha ensalzado el valor de este tipo de análisis. Sin embargo, ha recordado que desde 2016 han pasado “muchas cosas” y “nos gustaría ver más investigaciones de este tipo".
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