Valérie Poinsot, directora general de Boiron.
La publicación del último
informe de actividad de
Boiron ha dejado patente, una vez más, el desencanto de Europa respecto a la
homeopatía. En él, la principal compañía de este campo reconoce un notable descenso del
8 por ciento en su tasa de actividad en el viejo continente, donde solo Francia, Rusia y la República Checa aportan buenas noticias.
El dato europeo es la gran ‘mancha’ en las cuentas trimestrales del laboratorio francés, que en términos generales registra una pírrica subida del 1,1 por ciento que se queda en el 0,3 en función de los tipos de cambio. Dentro de esa evolución ha tenido especial importancia el peso del mercado norteamericano, donde se han alcanzado una mejora del cinco por ciento.
En lo que a las ventas se refiere, Boiron registra una mejora del 2,8 por ciento que tiene en Francia su principal foco al acumular 101 de los 163 millones. En el lado opuesto se encuentra
Rumanía, a quien la compañía señala como uno de los países en los que las ventas han decrecido. De esta forma, se suma a países como
España o Italia, a los que la entidad homeopática por excelencia ha señalado como
‘puntos negros’ de su actividad.
Previsiones
A pesar de que el tercer trimestre ha resultado relativamente positivo para las arcas del laboratorio galo, la prudencia es la nota dominante en Boiron cuando de hacer previsiones de cara a fin de año. Así, la única referencia a ello que se hace en la comunicación publicada explica que
“el nivel de actividad y rentabilidad del año fiscal” dependerá del desarrollo del cuarto trimestre.
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