El glioblastoma es uno de los tumores sólidos tratado con el nuevo método.
La
terapia con células CAR-T ha demostrado grandes resultados frente a distintos
tipos de cáncer, pero la
pérdida del antígeno sigue siendo un obstáculo a superar por los especialistas a la hora de abordar
tumores sólidos. Un estudio publicado en la revista
Cell demuestra en ratones que gracias a una
vacuna in vivo, el sistema inmunológico mantiene el potencial de la CAR-T, aumentando la posibilidad de erradicar estos tumores, en concreto de
glioblastoma y
melanoma.
Investigadores del
Instituto Tecnológico de Massachusetts lograron que la
diseminación de antígenos (EA) potenciado por la vacuna consiguiera una proporción de respuestas completas incluso cuando
el tumor sólido inicial resistía al antígeno CAR. Gracias a la inducción de respuestas inmunes a antígenos secundarios distintos de la diana terapéutica original, los investigadores han logrado superar la
heterogeneidad tumoral y el escape mediado por pérdida de antígeno.
Para determinar si las células T afectaban al resultado del tratamiento CAR-T, unos
ratones portadores de tumores, en concreto de
glioblastoma y melanoma, recibieron la vacuna y otros no. Después de analizar los linfocitos infiltrantes de tumores (
TIL) en ratones y añadirles el r
efuerzo de la vacuna al tratamiento con terapia CAR-T, a partir del séptimo día los investigadores observaron un aumento notable de TIL y una tendencia hacía el aumento similar en la infiltración de células T huésped.
Así pues, la vacuna condujo a un
control tumoral mucho mayor en comparación con las células T con CAR solas, además de provocar una
alta frecuencia de regresiones en el tumor. Pese a este gran avance, la mayoría de los tumores volvieron a surgir tras los 20 y 50 días después del tratamiento.
A la hora de comprender cómo el potencial de la vacuna reforzaba la resistencia de las células T, se comprobó si
la eficacia antitumoral del refuerzo de la vacuna CAR-T fue simplemente impulsada por un mayor número de células T con CAR frente a un
cambio en la función de CAR-T. Las células T con CAR se transfirieron a ratones no portadores de tumores, potenciados o no con vacuna, aislados 7 días después de los dos grupos y transferidos en igual número a nuevos ratones receptores portadores de tumores. Este enfoque demostró que incluso cuando el mismo número de células T con CAR estaban presentes, la CAR-T potenciada por la vacuna todavía exhibía un
mayor control tumoral y supervivencia animal a largo plazo.
La vacuna CAR-T no está preparada para los humanos
Una de las principales conclusiones de la investigación es que la inducción de EA por terapia CAR-T es capaz de abordar los tumores sólidos, demostrando que
el refuerzo de la vacuna a través del receptor quimérico mejora el resultado contra los tumores sólidos, aunque su evidencia en humanos sigue siendo muy limitada.
La limitación del estudio más importante según los investigadores es haber demostrado estos resultados en
modelos singénicos de ratón, ya que los huéspedes de ratón inmunodeficientes utilizados para la terapia preclínica de células T con CAR humanas carecen de una formación adecuada de ganglios linfáticos y linfáticos, lo cual es un problema para el tratamiento de refuerzo de la vacuna.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.