José Polo y Cristina Pascual.
24 jun. 2020 14:30H
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La Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) han elaborado un consenso sobre qué alteraciones y/o patologías hematológicas pueden ser atendidas y manejadas por el médico de Familia y cuáles deben derivarse al hematólogo.
"Es la primera vez que se edita un documento de estas características en España, respondiendo así a una demanda muy recurrente entre ambos colectivos médicos", afirma Cristina Pascual Izquierdo, miembro de la Junta Directiva de la SEHH y co-coordinadora del documento.
En este consenso se han incluido las doce alteraciones y/o patologías hematológicas más frecuentes: anemia, poliglobulias, leucocitosis, neutropenia, linfopenia, gammapatías monoclonales, adenopatías, esplenomegalia, elevación de LDH, trombocitosis, trombocitopenia y alteraciones de la hemostasia.
Junto a estos criterios orientativos que se han consensuado, "se hace necesario establecer canales de comunicación entre hematólogos y médicos de Atención Primaria de cualquier área sanitaria de España, con el objetivo de coordinar, ágil y eficazmente, los esfuerzos de ambos profesionales sanitarios en el abordaje de todas y cada una las alteraciones y/o patologías hematológicas plasmadas en el documento", señala la experta. "La conexión telemática tipo e-consulta sería una buena solución", añade.
Además, si se establecen protocolos de diagnóstico y seguimiento conjunto de patologías hematológicas concretas, "el médico de Familia debe tener acceso a los recursos analíticos necesarios, como el examen de proteinograma (que permite la separación de las proteínas) y el análisis de inmunoglobulinas, dos pruebas fundamentales en el seguimiento de gammapatías monoclonales de significado incierto en pacientes mayores con bajo riesgo de progresión a mieloma", comenta.
Derivaciones en leucocitosis, citopenia y adenopatía
El documento recomienda la puesta en marcha de un estudio diagnóstico ágil cuando hay leucocitosis marcada (el número de leucocitos en sangre circulante es muy superior al normal) sin causa evidente; cuando hay citopenia marcada (el número de glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas es muy inferior al normal); y cuando hay adenopatía (aumento de tamaño de los ganglios linfáticos) rápidamente progresiva. Fuera de las hemopatías malignas, "deben descartarse déficits carenciales de hierro en pacientes con anemia crónica que reciben tratamientos repetidos y no mejoran; si no se objetiva una causa clara, habrá que ampliar estudios".
Para el vicepresidente primero de Semergen y co-coordinador del documento, José Polo García, esta publicación "es un punto de partida fundamental y necesario para poder coordinar de manera conjunta la derivación a Hematología desde Atención Primaria". "Era algo que estaba pendiente de protocolos y actuación y seguro que será de gran utilidad para los médicos de familia", ha agregado.
Además de Cristina Pascual Izquierdo y José Polo García, también son autores Santiago Osorio Prendes, hematólogo del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid); Valentín Cabañas Perianes, hematólogo del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia); y Elena Rodilla Rodilla, médico de familia del Centro de Salud José Marvá (Madrid) y coordinadora del Grupo de Trabajo de Hematología de Semergen.
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