Redacción. Murcia
La primavera se convierte, año tras año, en una de las épocas más duras para las personas que sufren alergia al polen, polinosis o fiebre del heno. Según el presidente del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología clínica (Seaic), este año los ocho millones de alérgicos al polen se enfrentan a una primavera de intensidad moderada, con una concentración por metro cúbico de aire de unos 5.300 granos de polen.
La especialista de la Unidad de Alergias del Hospital Mesa del Castillo, Muna Boulaich, ha subrayado que la predicción se realiza teniendo en cuenta las precipitaciones del otoño-invierno (relación directa con recuento de polen de gramíneas en primavera) y factores climáticos como la temperatura y humedad.
La especialista de la Unidad de Alergias del Hospital Mesa del Castillo, Muna Boulaich.
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Asimismo, ha recomendado el uso de algunas de las aplicaciones móviles que informan sobre el tipo de polen y su concentración ambiental en las distintas zonas geográficas. Se representa mediante unas gráficas con picos que indican máximos de determinados granos polínicos asociados a los diferentes meses del año y zonas geográficas.
Una de estas aplicaciones se denomina
Alergo Alarm, está disponible para dispositivos con sistemas Android e iOS y ofrece información diaria sobre los niveles de polen en una zona dada, además de realizar predicciones para evaluar el posible riesgo de alergias en un determinado momento. Dispone, además, de una alarma que se dispara si las concentraciones de polen superan los niveles normales.
Otra se conoce como
Alerta Polen, que ofrece además la posibilidad de personalizarla indicando solo los tipos de polen que provoquen la alergia. Cuenta también con un sistema de aviso al usuario en caso de que la concentración de polen aumente y ofrece información médica sobre enfermedades respiratorias y tratamiento de alergias.
También disponemos de la aplicación
Polen Control, que permite realizar el seguimiento de los niveles de polen de la zona y los síntomas de la alergia. Además, se puede acceder a un informe que relaciona la evolución de los síntomas del alérgico con los niveles de polen y enviarlo a su médico o farmacéutico para que pueda aconsejar en el control de la alergia.
“Gracias al uso de estas aplicaciones, los alergólogos podremos conocer cuál ha sido la evolución del paciente y el tratamiento utilizado, lo que revertirá en un mejor control de la enfermedad”, ha aclarado.
La especialista ha informado de que, en la zona del Levante, las plantas más alergénicas son las gramíneas, olivo, chenopodáceas, ciprés, plátano de sombra y Parietaria. La intensidad de los síntomas de alergia en primavera depende de la cantidad de polen liberado y de la exposición del paciente expuesto a él durante dicha estación, por tanto, puede variar de un año a otro.
Los síntomas suelen ser picor de nariz, ojos, paladar y garganta, congestión nasal, estornudos, mucosidad y lagrimeo, tos, falta de aire y sibilantes audibles (pitos en el pecho) o asma bronquial. También síntomas cutáneos como la urticaria y dermatitis atópica.
“El riesgo de desarrollar alergia viene dado por la suma de factores genéticos, por eso hay
familias de alérgicos pero no se hereda el tipo de alergia sino la predisposición a contraerla, y factores ambientales (exposición a aeroalérgenos como los pólenes de plantas, ácaros del polvo, esporas de hongos microscópicos de la humedad y epitelios de animales)".
Los factores que se barajan como causa del incremento de las enfermedades alérgicas son principalmente “la falta de exposición a gérmenes durante la infancia
hipótesis de la higiene y la polución ambiental que sobre todo se da en países desarrollados,
partículas diesel”.
De tal forma, el sistema inmune o de defensa, en ausencia de una exposición repetitiva a sustancias dañinas, “reacciona y se estimula excesivamente frente a sustancias externas que en principio deben ser inocuas para el ser humano, como los pólenes, dando como resultado el desarrollo de las alergias”.
“Los síntomas de alergia sea estacional o no, pueden aparecer a cualquier edad”; Muna, en este sentido, ha recalcado que “no nacemos alérgicos sino que nos hacemos alérgicos a aquello a lo que estamos expuestos”.
Recomendaciones y tratamiento
Ante esto, la alergóloga del Hospital Mesa del Castillo recomienda que ante síntomas como picor nasal, ocular, palatofaríngeo, mucosidad o congestión nasal, lagrimeo, estornudos repetitivos, tos o falta de aire, se debe acudir al alergólogo para realizar el estudio alérgico con las pruebas pertinentes para con ello diagnosticar el tipo de alergia que el paciente tiene.
En el caso de la alergia a pólenes, se recomienda, reducir las actividades al aire libre en las franjas horarias con alta concentración polínica (entre las 5.00 y las 10.00 horas y las 19.00 y las 22.00 horas), al igual que evitar realizar ejercicio físico y mantener las ventanas de la vivienda cerradas en dicha franja horaria, sobre todo los días soleados y con viento.
En el coche, mantener las ventanillas cerradas, disponer de un filtro antipolen en los aparatos de aire acondicionado y en la calle, usar gafas de sol.
En cuanto al tratamiento farmacológico, lo habitual son antihistamínicos en comprimidos, jarabes, colirios y
sprays nasales, corticoides locales en
sprays o inhaladores. Aunque, ha matizado, “la prescripción del medicamento siempre debe realizarla el médico y dependerá de cada caso”.
Como tratamiento específico, “está la inmunoterapia o tratamiento con vacuna antialérgica, para disminuir el grado de alergia a los pólenes responsables y es la única forma de poder alcanzar la curación”. La vacuna además, ha concluido que “previene la evolución de los síntomas hacia el asma bronquial”.
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