Redacción. Madrid
El Hospital Universitario del Henares ha instalado el primer sistema ‘Guardian’ en España, una herramienta informática de monitorización diseñada por Philips que permite detectar alteraciones en las constantes vitales de aquellos pacientes ingresados en las diferentes plantas de hospitalización, evitando así su ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos.
“Son pacientes que no reúnen criterios de ingreso en UCI, pero que se benefician de un seguimiento a través de unos monitores que avisan de cualquier variación en sus constantes vitales permitiendo una atención más temprana y eficaz, evitándose en muchas ocasiones su deterioro clínico y traslado a la UCI”, ha explicado la compañía en un comunicado.
La UCI del Hospital Universitario del Henares tiene un protocolo de detección precoz de pacientes potencialmente graves, llamado “Uci sin paredes”, que se hace posible gracias a la colaboración del personal de Enfermería del centro hospitalario y del resto de servicios médicos. Gracias a este programa se ha reducido el número de paradas cardiacas en el Hospital y se ha mejorado el pronóstico de los pacientes potencialmente graves reduciendo la aparición de fallos orgánicos.
Funcionamiento de ‘Guardian’
‘Guardian’ funciona como un semáforo que tiene en cuenta diferentes datos como parámetros vitales, mediciones objetivas y valoraciones del personal de enfermería. Consta de tres elementos: por una parte, transmisores sin cables que envían la información del paciente; por otra parte, monitores de paciente que registran estos datos, y, por último, un software (IntelliVueGuardian Software) al que se transmite toda esta información.
El proceso consta de cinco fases: toma de datos de admisión; toma de constantes al paciente seleccionado; trascripción de los datos a su ficha y cálculo del marcador de gravedad; acción de acuerdo con los protocolos establecidos en función del resultado del marcador de gravedad, y trascripción de datos al sistema de información departamental de planta.
De esta manera, se aumenta la seguridad del paciente, ya que al enlazar las plantas de hospitalización con la propia UCI, se facilita la comunicación y el intercambio de información, reduciendo las estancias innecesarias en la UCI o anticipándolas en caso de ser necesario. Esto repercute tanto en el bienestar y comodidad de los pacientes como en la eficiencia del sistema, así como en mejorar sus resultados en términos de salud
Prevención mejor que resucitación
De esta manera, se cumple la máxima del Consejo de Resucitación Europeo y del Plan Nacional de Resucitación Cardiopulmonar de la Sociedad Española de Medicina Intensiva “prevención mejor que resucitación”, ya que es mucho más efectivo realizar el seguimiento de un paciente evitando su paro cardiaco que proceder a su resucitación. Se hace especial énfasis en la necesidad de utilización de sistemas de detección temprana que puedan alertar ante riesgos potenciales de pacientes que se deterioran, especialmente en las plantas de hospitalización.
Entre el 4 y el 17 por ciento de los pacientes hospitalizados sufren eventos críticos, incluyendo paradas cardiacas. Estos eventos críticos están frecuentemente precedidos de uno o más signos de deterioro fisiológico en los signos vitales más comúnmente medidos o monitorizados y alteraciones analíticas. Los primeros síntomas de deterioro aparecen entre 6 y 8 horas antes de que el evento adverso se produzca.
Federico Gordo Vidal, jefe de Servicio de Medicina Intensiva, estima que el sistema de monitorización inalámbrico permite incorporar el control de las constantes vitales a los datos obtenidos de los valores analíticos. “Con estos sistemas mejora nuestra capacidad de adelantarnos a eventos potencialmente graves en los pacientes de riesgo y administrar tratamientos o tomar decisiones de forma más precoz y por tanto más efectivas”, explica.