Su papel incluye el análisis clínico y el consejo reproductivo



8 abr. 2013 13:42H
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Redacción. Madrid
En la actualidad, el 15 por ciento de las parejas españolas son estériles y, de éstas, la mitad acude a técnicas de reproducción asistida (TRA) para intentar concebir un hijo. Entre las más frecuentes se encuentran la inseminación artificial (IA), con una tasa de gestación por ciclo del 10 por ciento y del 40 por ciento tras cuatro inseminaciones; la fecundación in vitro (FIV), y la microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), con una tasa de gestación por ciclo del 40 por ciento.

En esta labor, el profesional del laboratorio clínico desempeña un papel fundamental en el diagnóstico, tratamiento y pronóstico de la pareja con problemas de fertilidad. Desarrolla su trabajo tanto en el campo analítico como en el del consejo reproductivo, ambos fundamentales para determinar la técnica por realizar.

José Antonio Castilla, miembro de la SEQC.

Con el objetivo de revisar las últimas novedades en este campo, la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC) ha celebrado el curso “El Laboratorio Clínico antes, durante y después de las técnicas de reproducción asistida”, organizado por la especialista Cristina Sanchez-Pozo con el fin de dotar a los asistentes de los conocimientos y de las competencias clínicas suficientes para desarrollar pruebas diagnósticas, pronósticas y terapéuticas a lo largo del proceso reproductivo.

Según José Antonio Castilla, miembro de la Comisión de Seminología y técnicas de reproducción asistida de la SEQC, son varias las áreas en las que el papel del laboratorio clínico resulta clave, como la Andrología, Endocrinología, Serología, Biología Molecular, Embriología, etc. Además, para este experto “el profesional de análisis clínicos constituye la bisagra perfecta entre el médico y las parejas estériles debido a su formación tanto de laboratorio como clínica”.

Análisis clínicos

Mediante los análisis clínicos es posible detectar distintos problemas de reproducción, lo que marcará en gran medida las pautas a seguir en cada caso.

De esta manera se pueden  determinar problemas bioquímicos (patologías relacionadas directamente con la reproducción, como el síndrome de ovario poliquístico o alteraciones de la coagulación), o problemas seminales (los análisis básicos de semen son una piedra angular en el estudio del factor masculino, ya que las alteraciones severas obligarán a realizar técnicas más complejas como la microinyección intracitoplasmática de espermatozoides).

Y, por último, también detectan alteraciones infecciosas, que determinan la necesidad de realizar lavados seminales para eliminar el riesgo de contagio a la pareja. Precisamente Castilla abordará, en el marco de este curso, el área “Infecciones víricas y reproducción asistida”.  “Las técnicas de reproducción asistida han posibilitado desde hace 15 años que parejas con enfermedades infecciosas transmisibles puedan ver cumplido su deseo de ser padres sin que haya riesgo para la pareja ni para la descendencia”, afirma este especialista.

“En la actualidad –ha continuado el experto– el conocimiento y los avances han permitido que la reproducción asistida no sea el único camino posible para conseguir un niño sano en casa; son numerosos los expertos que recomiendan un consejo reproductivo adecuado a estas parejas, donde se barajan la reproducción natural, coito programado con o sin tratamiento preventivo o reproducción asistida”.

Otro de los asuntos que se tratarán en el curso serán los test de embarazo (en la actualidad más sensibles y de mayor especificidad gracias a las últimas técnicas inmunológicas) que juegan un papel fundamental tras la realización de una técnica de reproducción asistida para confirmar embarazos viables y patológicos, embarazos ectópicos o de localización desconocida. En este sentido, señaló Castilla “a la hora de interpretar adecuadamente los resultados de los test de embarazo en estos casos, es fundamental valorar el número de embriones transferidos dada la alta tasa de embarazos múltiples tras estas técnicas”.

Cultivo embrionario

Una de las claves de éxito de las TRA es garantizar una adecuada viabilidad embrionaria, que depende de factores intrínsecos (como la calidad de los gametos), o extrínsecos (químicos, físicos, o biológicos). Entre los factores físicos destaca la temperatura, ya que esta puede alterar la estructura celular del embrión humano. Por su parte, los factores biológicos son actualmente los más desconocidos, aunque ya se dispone de medios de cultivo con factores de crecimiento específicos del embrión humano.

“Actualmente, las técnicas de reproducción asistida se encuentran en revisión debido fundamentalmente a dos avances”, comentó Castilla. En primer lugar la vitrificación de ovocitos y embriones (la tasa de supervivencia embrionaria y ovocitaria tras la criopreservación ha aumentado significativamente, y por lo tanto la tasa de embarazo en los programas de criotransferencia, lo que ha dado lugar a considerar que cambiará todo pensando en realizar más transferencias de embriones criopreservados y menos transferencias en fresco). Y en segundo lugar, “los avances en la selección embrionaria, la morfocinética, el cultivo embrionario y los microfluidos”, concluyó.

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