Apuestan por una evaluación del residente basada en la toma de decisiones colegiadas, a través del compromiso de todos los miembros del servicio o unidad



8 dic. 2013 16:31H
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Redacción. Madrid
Los tutores de residentes aseguran que en el proceso de acreditación docente de “ciertos” servicios y centros se persiguen antes objetivos de índole política o de adquisición de poder y prestigio que el llevar a cabo una buena formación. Creen que existe una falta de rigurosidad en el sistema que está causando muchos problemas en la formación sanitaria especializada.

Jacinto Fernández, presidente de Areda.

La Asociación de Redes Docentes y Asesoras (Areda) ha hecho públicas las conclusiones del taller celebrado en su último encuentro en Valencia, donde se abordaron los problemas actuales de la formación sanitaria especializada. Los tutores aseguran que existen “múltiples ejemplos” de residentes que acaban su formación “y se dan de bruces con la cruda realidad de ser responsables principales del paciente cuando nunca habían actuado como tal”, y hay también ejemplos del extremo contrario, de residentes “a los que se ha empleado para sacar el trabajo adelante.”

Parte de la culpa de ambas situaciones la tienen los sistemas actuales de evaluación basados en fichas o portafolios, según los docentes, quienes apuestan por “una toma de decisiones colegiadas”. En concreto, la evaluación de un residente no tiene que basarse en la media de notas plasmadas en unas fichas, sino que todos los miembros del servicio o unidad deben tener el compromiso y la capacidad para evaluarle día a día. Además, las condiciones en las que desempeña su labor el residente “se han deteriorado considerablemente” en los últimos años como consecuencia de la crisis. Los tutores aseguran que el residente “se ha convertido en objeto fácil” donde “aplicar recortes directos.”

Entre los problemas detectados por los integrantes de Areda, destaca una falta de adecuación de las normas (muy exigentes) a la realidad del sistema, además de una falta de “sensibilidad y de reconocimiento en general hacia la docencia por parte de las administraciones.” La heterogeneidad de los planes formativos también dificulta la labor del tutor y merma la calidad del sistema. “En contraste con la actitud general de autocomplacencia, se echa en falta una evaluación rigurosa del sistema de residencia español”, aseguran.

Todos estos problemas, junto a la falta de formación, tiempo de dedicación y herramientas para desempeñar su función, desmotivan a los docentes, quienes piden a las comunidades autónomas que desarrollen las disposiciones previstas en el Real Decreto 183/2008 que podrían solucionar los problemas de la formación sanitaria especializada, ya que hasta ahora solamente se han publicado estas normas en Castilla y León, Extremadura, La Rioja y País Vasco.
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