Una médico durante su jornada laboral, frente a un ordenador.
Los médicos pasan cada vez más tiempo frente a una pantalla de ordenador que atendiendo a los pacientes. Lo que parece obvio, y por consiguiente una pérdida de la
humanización en la sanidad, afecta, en mayor medida, a los
MIR.
Un estudio elaborado por investigadores de la
Universidad de Stanford ha analizado casi 16 millones de interacciones de residentes de Medicina Interna durante más de tres años.
El objetivo es ver como estos MIR gastaban el tiempo.
La conclusión es clara: los
MIR de esta especialidad pasan un promedio de 5,38 horas, o casi la mitad de una jornada laboral de 12 horas, frente a la pantalla del ordenador. Pero,
¿a qué dedican ese tiempo?
El autor principal de esta investigación es un exalumno de la Universidad de Stanford,
Jason Ku Wang, y ha analizado los ratios de tiempo que se dedican a cada tarea. "Pudimos identificar con mayor precisión qué acciones específicas estaban tomando los MIR. Pudimos saber si estaban mirando el historial del paciente; ingresando nueva información sobre un síntoma; o
ninguna de las anteriores", explica Wang.
El estudio halló que la mayor parte del tiempo se destinó a buscar información nueva sobre síntomas. Eso significa, según el estudio, que los
MIR pasan más tiempo buscando información que agregando datos nuevos. Aplicado al
Sistema Nacional de Salud español, los médicos pasarían más tiempo buscando el tratamiento adecuado o información específica sobre un síntoma concreto que aportando información nueva sobre el paciente a su historial.
Más atención durante la mañana
Más trabajo
El estudio también demuestra que los MIR que traban en turno de noche apagan su ordenador a la hora exacta en la que finaliza su trabajo.
En cambio, los MIR que trabajan en el turno de mañana añaden dos horas más a su jornada de trabajo.
Esta diferencia puede resumirse, según el informe, en el sentimiento de trabajo de los residentes en función a su jornada laboral, según sea nocturna o matinal.
“Antes los médicos dejaban su trabajo en el hospital. Ahora, muchos residentes y especialistas necesitan seguir trabajando una vez finaliza su jornada para culminar todo el papeleo que acarrea el día a día con sus pacientes”, señala Wang.
Pese a todo, el autor del estudio se define como un
“friki informático”, pero reconoce que intenta sacar el máximo de tiempo posible en interactuar con sus pacientes y fomentar el cara a cara.
“Quiero escribir lo menos posible. Solo la información relevante del paciente”, prosigue.
"Es muy alarmante ver que casi el 50 por ciento de la jornada laboral se pierde mirando una pantalla de ordenador en lugar de hablar con el paciente. De conocer y preguntar por sus problemas.
De primeras, esa no es la idea por la que se estudia Medicina”, critica Wang, aunque confiesa que “la información que se añade sobre el paciente en sus historiales clínicos es muy útil si se añade con precisión, pudiendo favorecer la elaboración de registros electrónicos en la denominada Medicina de precisión”.
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