Jose Luis Llisterri, presidente de Semergen; Borja García de Bikuña, presidente de la Fundación Pharmaceutical Care, y Jorge Vázquez, gerente de Corporaciones e Instituciones de Esteve. |
Redacción. Valencia
Se ha puesto en marcha la quinta fase del Proyecto Medafar, impulsado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), Esteve y la Fundación Pharmaceutical Care, con el fin de mejorar la comunicación entre los médicos de Atención Primaria y los farmacéuticos comunitarios para conseguir una óptima asistencia farmacoterapéutica en pacientes crónicos. En la actual etapa, se incluirá los mensajes predefinidos en los sistemas bidireccionales de la prescripción electrónica para aquéllas situaciones de derivación previamente consensuadas entre estos dos grupos de profesionales sanitarios.
La coordinación entre médicos y farmacéuticos es fundamental para ofrecer una atención sanitaria óptima a los pacientes y conseguir el uso efectivo y seguro de los medicamentos. Y para que esta coordinación sea eficaz, es esencial disponer de un lenguaje común que permita una clasificación ágil y eficaz de las derivaciones entre médicos y farmacéuticos. Esto es precisamente lo que ha desarrollado Medafar en su cuarta y quinta fase: una clasificación que define y agrupa las situaciones susceptibles de derivación entre farmacéuticos y médicos relativas a la farmacoterapia de los pacientes, y un listado de mensajes codificados que estandariza la comunicación entre ambos grupos profesionales.
La Clasificación de Derivaciones Farmacoterapéuticas de Medafar –elaborada y validada a lo largo de las anteriores fases del proyecto- se ha diseñado para ser intuitiva y de fácil manejo. Asimismo, se basa en las situaciones reales que pueden encontrarse tanto en la consulta médica como en una oficina de farmacia y sigue las normas de la Clasificación Internacional de Atención Primaria (CIAP).
En total, se han identificado 28 posibles situaciones susceptibles de derivación agrupadas en cuatro categorías distintas: Necesidad, Seguridad, Efectividad y Educación Sanitaria, que a su vez llevan un código de dos dígitos: una letra para la categoría del problema, y un número para el caso específico derivado.
Dichos códigos se incluirán en los programas de prescripción electrónica para que el farmacéutico pueda utilizarlos en caso de que quiera derivar a un paciente y para que el médico sepa qué tiene que hacer y por qué motivo se deriva al paciente; esto es bidireccional, tanto médico como farmacéutico tienen que poder enviar y recibir mensajes. Se trata de facilitar la comunicación de datos relevantes en situaciones puntuales para mejorar la atención sanitaria a pacientes crónicos.
La fase V de Medafar finalizará con una prueba piloto de funcionalidad que se llevará a cabo a finales de año y durante tres meses en farmacias y centros de Atención Primaria de la Comunidad Valenciana, concretamente de la provincia de Castellón, para que, posteriormente, pueda implantarse en todas las comunidades autónomas donde las autoridades deseen aplicarlo.