Los establecimientos de Barcelona y Madrid se las ingeniaron para seguir abiertos al público, aunque con limitaciones

Los establecimientos de Barcelona y Madrid se las ingenian para seguir abiertos al público, aunque con algunas limitaciones
Las farmacias, bastiones de atención durante el apagón.


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Aunque el apagón sufrido en toda la Península fue general, sus efectos se notaban de forma diferente en según qué servicios. Gracias a los generadores los hospitales pudieron trabajar con relativa normalidad, mientras que el panorama vivido en las farmacias fue muy distinto, provocando que muchas tuvieran que dispensar fármacos con las luces apagadas y recuperando prácticas de antaño, como es el hecho de cobrar únicamente en efectivo. El hecho de que no funcionasen durante muchas horas los sistemas informáticos hizo también que la mayoría de oficinas no pudiesen recibir recetas electrónicas, suministrando únicamente aquellos medicamentos con precio indicado o "adelantando" tratamientos que quedaron apuntados en una "hoja a lápiz". 

Sin luz, el trabajo de centenares de farmacéuticos y técnicos de Farmacia y Parafarmacia se veía comprometido, ante la parálisis provocada por el apagón energético. En la ciudad de Barcelona las diferentes farmacias decidieron optar por múltiples mecanismos a la hora de atender a los clientes. Un establecimiento cercano a Plaça Lesseps sí bajó la persiana, pero siguió atendiendo a los ciudadanos a través de una pequeña rejilla. "Se está haciendo lo que se puede sin luz y se intenta dispensar los medicamentos que sí tienen fijado el precio", afirmaba una de sus trabajadoras. 

Farmacia de la Avinguda Diagonal de Barcelona.


Farmacias más cercanas al centro, como una del carrer Aribau, mantenía sus puertas abiertas pese a no tener luz. Las farmacéuticas anunciaban a todos los clientes que entraban que solamente podrían cobrar en efectivo, por lo algunos de ellos, desconcertados, tenían que dar marcha atrás. "Solo se puede vender lo que tiene etiqueta y pone claramente su precio. Todo lo que esté bajo receta no sirve, ya que es imposible entrar en el sistema", explicaban a Redacción Médica.

Boticas sin luz en Madrid


Al igual que en la Ciudad Condal, las cruces verdes de la capital dejaron de brillar al unísono durante la mañana del 28 de abril. Mientras esperaba el regreso de la corriente -en Madrid hubo áreas sin luz hasta medianoche-, José colocaba cajas en el interior de una oficina de Farmacia en el céntrico barrio de Arapiles. Esta era una de sus pocas funciones en la jornada, además de informar a aquellos que se acercaban a preguntar por su medicación.

La falta de corriente y conexión a Internet no solo imposibilitó el cobro con tarjeta de crédito, sino que impidió, de igual forma, la recepción de recetas. Tan solo repartían productos sanitarios en caso de extrema urgencia. "Al final, la mayoría de las personas que acuden son conocidos de la zona y sabemos que nos van a pagar más adelante", relataba el farmacéutico a este diario.. Hay que destacar que las dificultades para conseguir un medicamento pueden tornarse en peligrosas para aquellos que padecen alguna patología crónica, como diabetes o hipertensión.


Algunas farmacias, pese a bajar la persiana por falta de luz, siguieron dispensando medicamentos a la ciudadanía.


Pese a todo, José se mostraba tranquilo, a la espera de la vuelta de la electricidad. "Cuando mi mujer fue a hacer acopio de productos de manutención tras las palabras de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, yo me lo tomé a risa. Hoy es ella la que se ríe de mí", comentaba el profesional.


¿Cubre el seguro la pérdida de fármacos? 


Más allá de la imposibilidad de dispensar, el principal temor de las oficinas de Farmacia era el funcionamiento de las neveras. El corte energético dejó sin alimentación a las cámaras de las boticas, donde se guardan determinados medicamentos, compromentiendo así su mantenimiento. Es más, existen más de 400 presentaciones de fármacos dispensables en una botica que requieren conservarse a una temperatura entre los 2 y los 8ºC.

"Las neveras pueden aguantar unas 12 horas sin electricidad", ha puntualizado Lucía, farmacéutica de un establecimiento de la calle de Cea Bermúdez. Pasado ese tiempo, José ha apostillado que buena parte de los fármacos pueden aguantar 24 horas a temperatura ambiente. Eso sí, algunos requieren el frío para su conservación, como sucede con determinados componentes empleados para el proceso de formulación magistral. 


La mayoría de establecimientos no pudieron operar con normalidad debido al apagón.


Y es que la corrupción del catálogo de respuestas farmacoterapéuticas no solo es peyorativa para los pacientes que no pueden acceder a él. También lo es para los propietarios de los negocios, ya que supone una pérdida monetaria importante. Y es que no siempre los seguros cubren este tipo de sucesos. La ayuda económica se otorgaría según el causante del inconveniente, en este caso, el origen del apagón.


Ideas comunales


Mientras la oscuridad era permanente, las boticas del centro de Madrid buscaban apoyo las unas en las otras. Al menos, en el distrito de Chamberí, los farmacéuticos confirmaron que no dejaron de hablar con los compañeros del sector sobre qué camino tomar para afrontar esta crisis energética. "Compartimos ideas para ayudarnos mutuamente", ha destacado Lucía. "Al final, esta situación no nos la esperábamos nadie", ha agregado la sanitaria.

A partir de las 17:30 de la tarde, en algunos puntos neurálgicos de Barcelona, como la Avinguda Diagonal, se empezaba a recuperar poco a poco el suministro de luz. Una de las farmacias de esta arteria barcelonesa volvía a la normalidad relativamente pronto, permitiendo vender sus productos con relativa facilidad a la clientela. Pese a esta delicada situación, las farmacias siguieron cumpliendo con su función de dar servicio a la ciudadanía, manteniéndose activas y haciendo frente a una anomalía que la sanidad, una vez más, ha logrado superar con éxito.

Las farmacias apagaron sus letreros durante el apagón.


Más de medio millón de dispensaciones


Pese a las complicaciones, las boticas intentaron mantenerse operativas para dar servicio a la ciudadanía. Así, según datos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof), se produjeron más de medio millón de dispensaciones en el conjunto del país, entre las 12:30 y las 00:00.

La red de oficinas de Farmacia ya ha recuperado el suministro eléctrico y la mayoría funciona con normalidad. En total, se han anotado más 1,8 millones de dispensaciones de medicamentos en lo que llevamos de 29 de abril. 
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