Eduardo Ortega Socorro / Imagen: Pablo Eguizábal. Madrid
“Voy a contar cómo apareció Pertuzumab. Estaba en la basura, y gracias a España hoy se administra a los pacientes. Es decir, que no ha sido con la colaboración de España, sino gracias a España”. De esta manera, Javier Cortés, oncólogo del Hospital General Vall d’Hebron de Barcelona, deja claro el valor de la investigación clínica española (ver vídeo) en el desarrollo actual de un medicamento que, según los últimos resultados, combinado con Herceptín (trastuzumab), ambos de Roche, y quimioterapia ha logrado en ensayos clínico reducir en un 34 por ciento el riesgo de muerte en cáncer de mama agresivo HER2.
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Cortés reitera además que “España es el tercer mejor país del mundo en investigación sanitaria. Somos clínicos, prácticos, creativos y tenemos credibilidad”. El oncólogo hizo estas declaraciones durante su intervención en la rueda de prensa con motivo de la Reunión sobre Cáncer de Mama celebrada en Madrid este jueves, organizada por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam) y Roche, dedicada a repasar los principales avances presentados en el congreso anual mundial.
De vuelta a pertuzumab, Eva Ciruelos indica que el empleo de este fármaco tiene “un impacto significativo en la supervivencia global, que habla por sí misma. Además, no incrementa la toxicidad cardíaca”. Es decir: “Los pacientes viven más, viven mejor y sin efectos secundarios”. De hecho, los resultados globales del estudio Cleopatra, en el que han participado nueve hospitales españoles, indican que la supervivencia alcanza el 66 por en ciento pacientes tratados con pertuzumab.
De izquierda a derecha: Eva Ciruelos, Ana Lluch, Miguel Martín (presidente de Geicam) y Javier Cortés. |
Por otro lado, Ana Lluch , jefa del Servicio de Oncología Médica del hospital Clínico de Valencia y coordinadora de la Reunión, informa sobre los avances logrados en administración Herceptín. En este sentido, se está probando una versión subcutánea, también para el tratamiento del tipo HER2 positivo, que podría reducir entre un 28 y un 34 por ciento el tiempo que los profesionales sanitarios dedican a la preparación y administración del tratamiento. “Es decir, que se mejora la eficiencia de los procesos, y el tiempo de permanencia del paciente en el hospital se reduce en un 69 por ciento, lo cual redunda en un beneficio en la calidad de vida de los enfermos”.
Futuro
De hecho, Lluch va más allá. “En un futuro, los propios paciente se podrán, mediante este producto, autoadministrar trastuzumab”. Asimismo, la galena reconoce que el subtipo HER2 es en el que más avances farmacológicos se están descubriendo, pero lamenta los pocos avances que se registran en los canceres de mama, que aunque es el más “huérfano” representa el 15 por ciento de los casos.