Un estudio español publicado en el
European Journal of Hospital Pharmacy pone de manifiesto las ventajas de que haya un
farmacéutico de hospital en el Servicio de
Urgencias a la hora de
conciliar la medicación de los pacientes que acceden al centro a través de esta vía.
El trabajo, llevado a cabo por profesionales de los hospitales de
Costa del Sol (Marbella),
Son Llàtzer (Palma de Mallorca) y
Virgen del Rocío (Sevilla), es un estudio prospectivo observacional de la actividad de un farmacéutico en el Servicio de Urgencias de un hospital de 350 camas, encargado de revisar la medicación al ingreso y conciliar las prescripciones, así como intervenir si detectaba discrepancias en la medicación.
Se revisó la medicación y las prescripciones en 1048 pacientes. De ellos, 816 estaban tomando medicación previa. En este grupo,
el médico concilió correctamente la medicación del 53,9 por ciento (440 personas) de los casos, mientras que el farmacéutico observó discrepancias no intencionadas en el 16,7 por ciento de los casos (136 personas).
El farmacéutico, por su parte, realizó la conciliación del 29,4 por ciento de los pacientes que ingresaron, unas 240 personas. El estudio puntualiza que la actividad del farmacéutico incluía
mayor porcentaje de pacientes admitidos en servicios quirúrgicos. Tras la validación farmacéutica de la prescripción, se realizaron 434 intervenciones adicionales.
Los investigadores concluyen que la presencia de un farmacéutico en el Servicio de Urgencias puede incrementar la detección de errores en la conciliación y ayuda a resolver las discrepancias en la medicación.
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