"El paciente geriátrico tiene que abordarse de forma integral y coordinada"

La atención al paciente mayor demanda una actuación conjunta de los distintos profesionales sanitarios que trabajan en hospital, Atención Primaria y centros sociosanitarios. “No se puede abordar al paciente geriátrico si no es de forma integral y coordinada”.

Así se ha pronunciado María José Calvo, subdirectora general de Farmacia y Productos Sanitarios de la Comunidad de Madrid, durante la I Jornada de Geriatría y Farmacia Hospitalaria, que han organizado conjuntamente las sociedades de Farmacia Hospitalaria y Geriatría, SEFH y SEGG, respectivamente.

Calvo ha recordado los retos en desprescripción y polifarmacia y la necesidad de una coordinación entre los diferentes profesionales para optimizar la atención de los pacientes mayores.

Agustín Utrilla, director médico del Ramón y Cajal, ha presentado la jornada.

El 88,9 por ciento de los mayores de 65 años consume algún medicamento, según la última Encuesta Nacional de Salud. En el caso de los mayores de 75 años, el porcentaje alcanza el 93,4. Además, el 94 por ciento de aquellas personas con enfermedades crónicas están polimedicadas.

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López Trigo, de la SEGG: "Nuestros socios demandan que trabajemos juntos"

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La secretaria de la SEFH, Montserrat Pérez Encinas, ha destacado que esta jornada es el primer fruto del convenio firmado con la SEGG, valorando la importancia del paciente mayor en el desempeño farmacéutico y la necesidad de superespecialización en este ámbito.

Así, ha recalcado el trabajo realizado por el grupo de trabajo Cronos  (Atención Integral al Paciente Crónico Frágil) de la sociedad farmacéutica, “uno de los más activos”. La atención a estos pacientes, ha concluido, debe hacerse de acuerdo a la evidencia “pero siempre atendiendo las necesidades individuales de cada paciente”.

"Nadie es dueño del paciente"

Por su parte, el presidente de la SEGG, José Antonio López Trigo, ha valorado la colaboración con la SEFH porque “nuestros socios demandan que trabajemos juntos”.

Este trabajo conjunto tiene una gran importancia, ya que “nadie es dueño del paciente ni de las enfermedades, estamos obligados, ética y científicamente, a atender al paciente en las mejores condiciones”.