El presidente del Col·legi Oficial de Metges de Girona (COMG) y del Consell de Col·legis de Metges de Catalunya (CCMC), Josep Vilaplana.
Los médicos catalanes proponen
revolucionar el distrito universitario único con una fórmula innovadora, poniendo un
tope del 30 por ciento de estudiantes de Medicina en las facultades de Cataluña
de otras regiones. Así, el
70 por ciento de plazas restantes serían para
alumnos residentes en la comunidad autónoma. Esta es la propuesta que genera consenso entre los colegios de médicos de Cataluña y que explica el presidente del Col·legi Oficial de Metges de Girona (COMG) y del Consell de Col·legis de Metges de Catalunya (CCMC),
Josep Vilaplana, a
Redacción Médica.
Vilaplana asegura que
el distrito universitario único "penaliza" a Cataluña debido a la variabilidad de las notas de los alumnos entre comunidades autónomas tras realizar Bachillerato. Mientras que el porcentaje de estudiantes que obtienen
sobresalientes en España se sitúa en el 20,5 por ciento, en Cataluña es del
13,3 por ciento, solo por delante de Baleares, según un informe del
Observatorio del Sistema Universitario. Una problemática también alertada por el presidente del Col·legi Oficial de Metges de Tarragona (COMT),
Sergi Boada, que no cree que los estudiantes de Cataluña
"sean más tontos" que los del resto de España y afirma que
"los estamos poniendo en condiciones inferiores", así como el presidente del Col·legi de Metges de Barcelona (CoMB),
Jaume Padrós, que denuncia
"notas inflacionadas".
El presidente del COMG y CCMC asevera que los estudiantes de cualquier punto de la geografía española, al tener una nota de selectividad más ventajosa que los alumnos catalanes, tienen una
puntuación suficiente para prácticamente completar las plazas de la facultad de su provincia o comunidad autónoma. Posteriormente, aquellos que no han accedido, tienen una
nota suficiente para competir por entrar en una de las universidades con notas más bajas, como las de Cataluña.
Acceso a Medicina por cupos
Por todo ello, Vilaplana sostiene que
"los estudiantes catalanes no pueden entrar a las facultades de Medicina de Cataluña". De ahí nace la propuesta de poner un
tope del "30 o 35 por ciento al distrito universitario único", mientras que el resto de plazas estén reservadas para residentes de Cataluña, estudiantes que han hecho la selectividad,
tienen notas altas y quieren estudiar Medicina.
"Son los que pagan estas facultades de Medicina,
deben ser beneficiarios de esta inversión. Si no, estudiantes de fuera, que hay en todas las facultades, se colocan en su facultad y además
exportan estudiantes a otras", incide el también jefe del Servei d’Anestesiologia i Reanimació del Hospital Universitari Doctor Josep Trueta.
El anterior curso, el
74,6 por ciento de estudiantes de primero de Medicina de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona eran
de fuera de Cataluña, mientras que en la Universitat de Lleida este porcentaje se sitúa entre el
60 y 70 por ciento, según Vilaplana. En las universidades de Barcelona y en la Universitat de Girona la horquilla oscila entre el
30 y 40 por ciento. "Un porcentaje de estudiantes de fuera de Cataluña no tiene que ser perjudicial, pero
así no es justo. Estudian aquí y se van", remarca.
De las ocho facultades de Medicina, dos de ellas de universidades privadas y que ofertan 200 plazas (el 16,6 de la oferta total de plazas en Cataluña),
"dos y media, casi tres están llenas de estudiantes que son de fuera de Cataluña", añade Vilaplana. Esta problemática afecta especialmente a Cataluña y en parte a la Comunidad de Madrid, bajo su criterio, aunque en menor medida, porque la oferta de
plazas de las universidades privadas en Medicina en esta región
representa el 47 por ciento del total del territorio.
¿Qué piensa el Gobierno del distrito único en Medicina?
Vilaplana manifiesta que se ha transmitido esta fórmula tanto al Gobierno, a través de los Ministerios correspondientes, como al Govern de la Generalitat de Cataluña. "En el Ministerio de Universidades nadie se para a pensar en los
grandes problemas que supone. Me parece perfecto que la gente se mueva, pero
pongamos medida", indica Vilapllana.
Por su parte, desde el Govern, según expresa Vilaplana, a través del Departament de Salut y el Departament de Recerca i Universitats, lo ven con buenos ojos, aunque las veces que han intentado tratarlo en foros interterritoriales la respuesta ha sido que
está fuera de discusión. Las grandes diferencias en las notas de selectividad entre comunidades autónomas son, por tanto, para Vilaplana la "razón para que los cupos y modulaciones del distrito universitario único
sean más lógicas. El que quiera poner notas altas, que las ponga; y el que no,
que coja la fórmula del 70-30".
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