Manuel Cascos, presidente de Satse.
El
Sindicato de Enfermería, SATSE, ha denunciado que las precarias condiciones laborales que ofrecen los distintos
servicios de salud a las enfermeras y enfermeros graduados, con salarios de unos
1.300 euros brutos, siguen provocando la
fuga de talento enfermero a otros países, algo especialmente perjudicial cuando se producen crisis sanitarias como la actual de la Covid-19.
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Satse ha elaborado un estudio comparativo entre los servicios de salud de las diferentes comunidades autónomas y ha concluido que,
tras los años de sucesivos recortes en derechos y prestaciones, no han mejorado los salarios base para cualquier enfermera o enfermero que ha finalizado sus estudios universitarios de Grado y se incorpora al mercado laboral, por lo que siguen situándose en torno a una media de 1.300 euros brutos mensuales.
Esta
falta de reconocimiento salarial, junto a la alta
temporalidad y precariedad que sufren, encadenando, en el mejor de los casos, contratos de días o semanas, lleva a muchos jóvenes enfermeros y enfermeras graduados a no ver otra alternativa que emigrar a otros países europeos o de fuera del continente en busca de mejores condiciones laborales y retributivas. Una lamentable realidad laboral a la que se suman las difíciles y penosas condiciones de su ejercicio diario, al estar expuestos de manera permanente a numerosos riesgos físicos y psicológicos de todo tipo, añade.
En este sentido, la organización sindical recuerda que España está haciendo una inversión muy importante para formar y capacitar a las enfermeras y enfermeros en sus cuatro años de Grado universitario y dos años más si optan por hacer una especialidad, y son otros países los que se están aprovechando, de la excelencia formación universitaria mejorando sus sistemas sanitarios de salud sin coste adicional alguno.
Déficit estructural
Las perjudiciales consecuencias de esta fuga de talento enfermero a otros países, con miles de profesionales trabajando fuera de España, se han constatado especialmente durante la
actual crisis sanitaria de la Covid-19, al no poder recurrir a ellos y ellas para atender y cuidar como se merecen a todas las personas afectadas por la enfermedad o para realizar labores de detección y seguimiento de la misma, sin olvidar el resto de patologías y procesos de mejora de la salud que requieren de estos profesionales.
"Se da la lamentable paradoja que al mismo tiempo que España sufre un
histórico y crónico déficit estructural de enfermeras y enfermeros en los hospitales y centros de salud, se permite que miles de profesionales perfectamente cualificados y capacitados, tras cuatro años de estudios universitarios de grado, tengan que hacer las maletas y dejar a sus familias y amigos para buscarse la vida en otros países”, apunta la organización sindical.
Una situación que rentabilizan muchos países europeos, especialmente
Alemania, Finlandia, Reino Unido, Suecia o Dinamarca. Se da la circunstancia, además, que los países que más ofertas de empleo realizan a enfermeras y enfermeros españoles son los que ya cuentan con las mejores ratios de enfermera por habitante, afirman desde el Sindicato de Enfermería,
Todo ello indica, a juicio de Satse, que la mayoría de los países europeos tienen muy clara la necesidad de incrementar sus plantillas de enfermeras y enfermeros, algo que sigue sin suceder en España por la escasa capacidad de nuestras autoridades sanitarias para dar respuesta a las necesidades actuales y futuras en materia de salud del conjunto de la ciudadanía.
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