Inmaculada García, presidenta de la Conferencia Nacional de Decanos de Enfermería.
Cada año, España oferta más de 13.000 plazas de
Enfermería en sus universidades públicas. Una cifra que viene a dar respuesta a la amplia demanda de profesionales tanto en el país como en el resto de Europa. Con una reconocida formación, el
déficit de enfermeras comienza a notarse poco a poco, alentado por las mejores ofertas que se presentan por toda Europa.
A las mejores condiciones económicas se suma la falta de reconocimiento en España. Un punto sobre el que ha puesto el foco
Inmaculada García, recientemente
nombrada presidenta de la Conferencia Nacional de Decanos de Enfermería. Así, mientras el grado de Enfermería está equiparado con el resto de títulos de grado dentro del Espacio Europeo de Educación Superior, esta igualdad no repercute en el
reconocimiento en la labor diaria de las enfermeras y su desarrollo profesional. Esta realidad junto al resto de demandas del sector han sido el tema de esta primera entrevista concedida a
Redacción Médica.
En esta nueva etapa. ¿Qué retos se marca al frente de los decanos y decanas de Enfermería?
En primer lugar quiero manifestar mi agradecimiento a la anterior presidenta, Cristina Monforte, porque su actuación al frente de la Conferencia en una etapa tan complicada como la pandemia ha sido excelente. Nos sentimos acompañados, ayudados y protegidos. Por ello afronto este nuevo reto profesional con ilusión y siguiendo la ruta marcada por Cristina, de defensa de la Enfermería en los foros y ante la legislación vigente, dando el espacio que corresponde a la Enfermería en la sociedad.
Aquí hay que incidir que los estudios de Enfermería en España, comenzaron como diplomatura y con el Espacio Europeo de Educación Superior pasó a Grado y tuvimos ya el posgrado. Ese es el espacio para hacer crecer la disciplina enfermera, no por el hecho de que se quede en los libros, sino para mejorar el conocimiento científico destinado a atender a los pacientes. Por ello mi principal reto es ampliar el espacio y la disciplina enfermera para una mejor atención final del paciente.
La recién aprobada reforma universitaria afecta a todos los grados universitarios ¿Cómo puede esta nueva ley mejorar el ámbito de los estudios de Enfermería?
En esta nueva ley, y dado el trabajo realizado por la anterior presidenta y su equipo, así como por la comunidad enfermera, ya tenemos un área de conocimiento que es "Enfermería". Ahora estamos esperando el desarrollo para saber cómo se van a inscribir los títulos, porque de eso va a depender la especificidad de los departamentos que van a impartir la docencia en el título. Tenemos que afrontar ahora el cómo se va a desarrollar la ley.
En total, las facultades de Enfermería de las universidades españolas ofertan 13.721 plazas en el curso 2022-2023, 861 más que en el curso 2021-2022. ¿Son suficientes o habría que seguir aumentando?
Es una cuestión que siempre se plantea en los foros. En primer lugar lo que debemos plantear es saber cuáles son las necesidades, hacer una análisis de las enfermeras que hacen falta en el sistema público y, posteriormente, hacer una reflexión acerca de lo que ofrecemos a los egresados que salen con el título de Enfermería.
Junto a las comunidad autónoma debemos reflexionar sobre qué contratos estamos ofertando, en el sistema público en primer lugar y en el sistema privado también. Recibo correos de muchos estudiantes que se han ido a otros países. Por lo tanto antes de plantear aumentar las plazas hay que hacer una reflexión rigurosa sobre qué pasa después. Si lo que queremos es formar enfermeras, que en España lo hacemos muy bien, para el resto de países, que así sea. Pero que debemos ser conscientes que ahora estamos formando enfermeras que se quieren ir por las mejores condiciones a otros países, como Francia, Italia o Alemania.
"Desde cualquier ciudad y comunidad autónoma debemos reflexionar sobre qué contratos estamos ofertando"
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Vemos entonces cómo las enfermeras españolas son muy bien recibidas en el extranjero por su formación. ¿Qué podemos hacer para retener el talento en España?
En primer lugar hay que ver el tipo de contrato que ofertamos. Las estudiantes quieren ser enfermeras, y lo que quieren es prestar atención a los pacientes. Aquí vemos el primer problema, la duración de los contratos que estamos ofertando. Después tendremos que ver cómo las reconsideramos, en el sentido de valorar el trabajo que hacen no solo en el aspecto económico, sino también el darles la posibilidad de desarrollo en la institución en la que están prestando su labor sanitaria.
Las enfermeras además de trabajar de enfermeras, tienen otras preocupaciones, porque a todo profesional le gusta estar reconocido en su empresa y poder promocionar. Nos falta avanzar en el desarrollo y reconocimiento de la profesión enfermera, dándole la valía a su experiencia y conocimiento que van adquiriendo a lo largo de su carrera, esto todavía no está reconocido en el sistema público, y mucho menos en el privado.
Actualmente las enfermeras siguen catalogadas en el grupo A2, que no les permiten acceder a puesto de gestión, pese a que la adaptación de los títulos universitarios las ubica al mismo nivel que el grado de Medicina ¿Qué se puede hacer desde la universidad para evitar esta discriminación?
Desde la universidad tratamos de preparar a nuestros estudiantes para que tengan el título universitario que los equipara a todos los graduados de todas las disciplinas en la comunidad universitaria. No solo es un reconocimiento del graduado, sino también una formación y una capacidad para obtener el título máximo que es el grado de doctor, para aportar al mundo profesional desde nuestro entorno académico.
Así, como universidad podemos aportar la acreditación de nuestras enfermeras de su nivel profesional y académico, y desde ahí el sector profesional tiene que reflexionar sobre la posición que le está dando a esas enfermeras. El objetivo es que las enfermeras se sientan reconocidas y puedan atender, en su justa dimensión, su capacidad de autonomía para conceder mejores cuidados a los pacientes. Estamos siempre disponibles para atender y apoyar al sector.
Se acaban de aprobar las guías de prescripción enfermera. Como responsable de la formación académica ¿Qué diría a quienes señalan que las enfermeras no tienen suficiente formación?
Primero hay que mirar los currículums de las enfermeras, porque tienen competencias y tienen habilidades para poder prescribir. Lo que plantearía, fundamentalmente para que la ciudadanía no esté intranquila, es que en la disciplina enfermera enseñamos a ser correspondientes y corresponsables en el ámbito que nos compete, que es el cuidado. Ahí debería reconocer el sistema público y privado una total autonomía para prescribir los recursos necesarios para llevar a cabo estos cuidados. En otro aspecto, hay que valorar protocolos de actuación conjunta donde pudiéramos dar la tranquilidad a los ciudadanos para que sepan que el fármaco recetado por una enfermera es completamente seguro.
"Hay que valorar protocolos de actuación conjunta donde pudiéramos dar la tranquilidad a los ciudadanos"
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España tiene la octava peor ratio enfermera de toda Europa. ¿Existe un déficit estructural? ¿Abrir más plazas es una solución?
Nos tendríamos que plantear, junto a las comunidades autónomas que son las que tienen las competencias, no solamente el uso como arma arrojadiza del dato deficitario, sino en una mesa negociadora debatir sobre cuáles son los objetivos de atención sanitaria que quiere prestar el sistema. Posiblemente la diferencia de ratios que plantea Europa viene dada por la reflexión que ha hecho sobre cómo está de envejecida la población y cómo debemos atenderla y cuáles son sus necesidades prioritarias. En este punto podríamos ver que es fácil entender por qué tenemos ese déficit y podemos entender a la vez cómo podemos prestar la atención que los pacientes necesitan.
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