El coordinador del Área Pública de CCOO, Humberto Muñoz
El sindicato CCOO ofrece al Gobierno una tregua navideña antes de iniciar las movilizaciones anunciadas este miércoles ante la
‘congelación’ de la subida salarial del 2,5 por ciento entre 2023 y 2024 para los profesionales públicos, incluidos los del ámbito sanitario, reflejada en el
Acuerdo Marco para una Administración del Siglo XXI, firmado entre el Ministerio de Hacienda, CCOO y UGT en 2022.
Pese a que se cumplen las condiciones económicas para que se aplique ese incremento en los sueldos, el retraso en la
elaboración de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) aboca a la espera su aprobación efectiva. Por ello, desde CCOO aseguran que, como parche para no retrasar el aumento, se pidió al Ejecutivo que se incluyera este ‘plus’ en el Real Decreto que prorroga las
medidas para paliar los efectos de la inflación al que el
Consejo de Ministros dio el visto bueno este miércoles. Sin embargo, no hay ni rastro de ello en el documento.
“No han cumplido lo acordado y ahora se deja en el limbo a 5 millones de trabajadores, en el mejor de los casos, hasta abril o mayo. Hemos perdido un poco la confianza en el Gobierno”, asegura el coordinador del Área Pública de CCOO,
Humberto Muñoz.
Pese a que en un comunicado del sindicato se anunciaban movilizaciones si esta situación no se revirtiese, Muñoz asegura que darán de margen al Ejecutivo hasta después de Reyes. “
Confiamos en que recapaciten y saque un nuevo Real Decreto para poner en marcha las dos subidas, cumplir sus compromisos y dar satisfacción a las expectativas de las personas afectadas”, asegura.
Si eso no ocurriera, el sindicato valoraría qué iniciativas críticas pondría en marcha. “Como siempre, sería una serie de acciones con una
presión cada vez más alta tanto en los centros de trabajo como en la calle, que es donde se nos aboca a salir cuando no se cumple lo firmado”, anuncia.
Retos sanitarios pendientes a pesar de la tensión entre las partes
El
aumento salarial sanitario cuya aplicación inmediata se halla en el limbo se divide, en primer lugar, en un 0,5 por ciento que se aplicaría con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2023 si el
PIB nominal iguala o supera el 2,1 por ciento que se previó en el cuadro macroeconómico de los PGE, algo que se da por hecho que se cumplirá, puesta que el
Banco de España estima un 2,3 por ciento y Bruselas, un 2,4 por ciento. El 2 por ciento restante es fijo, no dependiente de variables económicas, y se aplicaría desde el próximo 1 de enero, según lo firmado en el Acuerdo Marco.
“Tanto UGT como nosotros pusimos mucho empeño en conseguir esas mejoras, a pesar de las voces críticas, pero parece ser que ese esfuerzo sólo se hace desde la parte social, porque
ahora el Gobierno nos deja en la estacada”, lamenta.
En cualquier caso, las negociaciones para hacer realidad las reivindicaciones pendientes, como la ansiada
reforma del Estatuto Marco, no peligran, según Muñoz. En el horizonte queda, entre otros aspectos como recuperar en el
Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) la figura de la
jubilación parcial anticipada, alcanzar un acuerdo para la reclasificación de los profesionales sanitarios. “Es, de hecho, lo más importante para nosotros, al margen de la mejora salarial, y su negociación es irrenunciable”, afirma el responsable de CCOO. En cualquier caso, ello no es óbice para que incida en la pérdida de confianza en el Ejecutivo. “Queremos que ellos cumplan su parte”, concluye.
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