Los pacientes sienten el efecto debilitador que tiene en sus vidas diarias, como el picor persistente, la piel agrietada, gruesa y supurante.
Los
alergólogos señalan que un
mejor control de la dermatitis atópica podría
detener la "
marcha atópica", esto es, un grupo de comorbilidades o trastornos derivados de la enfermedad como alergias alimentarias, rinitis y asma, según informa la alergóloga
Milagros Lázaro, presidenta del Comité de Alergia Cutánea de la Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica (
Seaic), que añade que es algo que se está estudiando en este momento. La enfermedad tiene una gran carga psicológica, y está detrás de un gran absentismo escolar.
Lázaro ha querido destacar la importancia de
concienciar sobre esta
enfermedad crónica incurable que afecta a la calidad de vida de sus pacientes."Las personas que viven con esta patología ven sus efectos en la piel (enrojecimiento, hinchazón y lesiones) pero también sienten el
efecto debilitador que tiene en sus
vidas diarias, como el
picor persistente, la
piel agrietada,
gruesa y
supurante", comenta Lázaro.
Además, señala que no solo tiene
efectos cutáneos, sino que estos también pueden ser
psicológicos, ya que "hasta en el
50 por ciento de los pacientes sufren c
onsecuencias negativas como
alteraciones del sueño, ansiedad, depresión o
aislamiento".
Dermatitis y niños
La
prevalencia de la dermatitis atópica en
España se estima en un
3,4 por ciento de la población general, del cual el 60 por ciento de los casos son
infantiles, destacando que en el 19,1 por ciento de estos casos se produce en
niños de 0 a 5 años (71 por ciento).
"Los casos más graves exigen recurrir a tratamiento por vía sistémica administrando inmunosupresores"
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Son pocos los que empiezan a manifestar la enfermedad a partir de los siete años (24 por ciento). Su aparición hace que la
actividad infantil se vea
limitada, afectando incluso a su
integración social.
Según los datos del Informe Alergológica 2015, los niños con dermatitis atópica en edad escolar
faltaron una media de entre 10 y 24 días a clase al año. Esta patología afecta también a sus familiares, por lo que un 22 por ciento de los padres de los pacientes faltó una media de entre 9 y 17 días al año a su trabajo.
Absentismo laboral
Por otro lado, entre los pacientes adultos se produjo una
media de 2,7 días al año de
absentismo laboral a causa de los
síntomas. "Esta dermatitis, que afecta hasta alrededor del 15 y 20 por ciento de los niños, se mantiene en muchos casos hasta más allá de la adolescencia y continúan con la misma hasta la edad adulta", indica la doctora.
La dermatitis atópica es una
enfermedad multifactorial en la que el tratamiento debe ir dirigido a
mejorar la barrera cutánea,
evitar la deshidratación y
tratar la inflamación en las fases agudas de la enfermedad. Los tratamientos suelen ser
corticosteroides tópicos o
inhibidores de la calcineurina.
En cuanto a tratamientos tópicos, se han producido novedades y, además, hay otros fármacos en fases avanzadas de investigación. La alergóloga destaca que "los casos más graves exigen recurrir a tratamiento por vía sistémica administrando fármacos denominados
inmunosupresores, y en este campo, disponemos de un futuro prometedor con la incorporación de los llamados
medicamentos biológicos".
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