El 38% de estos pacientes se sienten en inferioridad de condiciones en el trabajo.
Cerca de 3.000 expertos se han reunido estos días en el
27º Congreso de la Academia Europea de Dermatología y Venerología, celebrado del 12 al 16 de septiembre, para poner en común los últimos avances en la piel. Allí, y coincidiendo con la celebración del
primer día europeo de concienciación sobre la dermatitis atópica, se ha presentado el
estudio más grande realizado en
Europa sobre
calidad de vida con la forma severa de esta patología, que supone uno de cada cinco casos y que influye, en la mitad de ellos, en sus
relaciones,
vida sexual y
aficiones.
El nuevo informe, llevado a cabo por la Asociación Europea de Pacientes con Alergias y Enfermedades Respiratorias (
EFA), revela la realidad del eccema atópico, una enfermedad dermatológica inflamatoria crónica que afecta al
3 por ciento de los adultos y al
20 por ciento de los menores europeos.
Los resultados, extraídos de
1.189 afectados de República Checa, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, España, Suecia y Reino Unido, ponen en tela de juicio la idea preconcebida de los efectos de la dermatitis atópica sobre la vida de los pacientes.
Estrés y depresión
Así, más del 50 por ciento trata de
esconder el eccema, el 58 por ciento
se avergüenza de su piel, más del 70 por ciento
envidia a las personas con piel normal, el 23 por ciento
no ve con optimismo su vida con dermatitis atópica y el 25 por ciento siente que
no puede hacer frente bien a la patología. De ahí que muchas personas sufran
estrés e, incluso,
depresión.
El 58% de estos pacientes se avergüenzan de su piel
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Por otro lado, el 45 por ciento presentaba
síntomas graves en el momento de realizar la encuesta y, a pesar de los cuidados, sufría casi a diario de
piel seca o áspera (36 por ciento),
picores (28 por ciento),
piel cuarteada (17 por ciento) y
descamación (20 por ciento). De hecho, solo el 15 por ciento se muestra
muy satisfecho con su tratamiento actual.
Según
Mikaela Odemyr, presidenta de la EFA, “los resultados revelan la
resistencia y fortaleza que demuestran las personas afectadas por la dermatitis atópica grave, pero también la
soledad y el
poco reconocimiento con que viven la enfermedad, puesto que deben convivir con un
picor constante y lesiones cutáneas recurrentes”.
Por ello, desde la asociación han aprovechado para solicitar
mayor inversión en investigación con el objetivo de desarrollar mejores tratamientos y poner fin a los ciclos y brotes que dominan sus vidas.
Una enfermedad compleja
La dermatitis atópica es una
enfermedad compleja que requiere
atención multidisciplinar. El 45 por ciento de los pacientes encuestados afirma que ha influido en sus
relaciones, su vida sexual y sus aficiones la semana anterior a la entrevista.
Debido a los problemas cutáneos,
se sienten en inferioridad de condiciones en el trabajo (38 por ciento). Además, uno de cada cuatro participantes -en particular los de 50 años o más- declara que a veces no se siente capaz de afrontar la vida.
“Asimismo, el 13 por ciento de los pacientes entrevistados para esta encuesta pierden más de 11 días al año en el trabajo o en los estudios. Pero queda silenciado”, explica a Sinc
Isabel Proaño, directora de política y Comunicación de la EFA.
Casi 1.000 euros de gastos al año
La dermatitis atópica en su forma más grave no solo afecta en el
plano físico y psicológico, sino también en el
económico. Estas personas deben afrontar de media unos gastos de 927,12 euros al año para acceder a los cuidados médicos que necesitan.
Esto supone una media mensual de 77,26 euros, cifra que
España supera con un gasto por paciente y mes de 81,53 euros, solo por debajo de Dinamarca y Reino Unido.
“Hacemos un llamamiento a la comunidad médica y científica para que aúnen esfuerzos y apoyen en mayor medida a las personas con dermatitis atópica grave en sus dificultades cotidianas”, concluye Proaño.
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