Primera sentencia de cárcel por el ‘fraude de la diarrea’

Un tribunal de Liverpool ha emitido la primera sentencia de cárcel a una pareja de ingleses por el ‘fraude de la diarrea’. Los turistas trataron de deufraudar a un hotel de Mallorca al interponer una denuncia por supuesta intoxicación alimentaria, además le pedían a la compañía de viajes que se hicieran cargo de todos los costes así como de desembolsar una indemnización por los perjuicios causados.

Esta práctica se suma a la moda de algunos turistas que interponen denuncias falsas a los hoteleros de las zonas costeras del país al alegar falsas intoxicaciones alimentarias. Desde la Asociación Hotelera de Palmanova y Magaluf denuncian el fraude de denuncias masivas que interponen los turistas alegando una intoxicación alimentaria y que ha llevado a imputar a varias personas, entre las que se encuentran conocidos empresarios.

En el último año, los hoteles de la zona de Calvià han acumulado más de 900 denuncias por este caso, según el presidente de la Asociación Hotelera, Sebastià Darder. Esta táctica peligrosa ha supuesto una de las principales preocupaciones de los empresarios hoteleros, que ha decrecido en la medida en la que las sentencias condenatorias han penalizado este fraude. Además, Darder ha explicado que, solo en las últimas semanas, una de cada denuncias han acabado siendo retiradas ante el inminente peligro por parte de los turistas de enfrentarse a penas de prisión.

La pareja ha sido condenada a un total de 24 meses de prisión por dos casos de fraude, ya que falsificaron haber padecido, junto a sus dos hijos, intoxicaciones alimenticias causadas por la comida de un hotel en 2015 y en 2016. De este modo, reclamaron a la compañía de viajes Thomas Cook un reembolso de 22.000 euros de coste de vacaciones así como una compensación por los perjuicios provocados en su estado de salud.

Finalmente, la compañía recurrió a sus cuentas de las redes sociales para dar con que el mismo día que había alegado padecer estas enfermedades habían publicado entradas en las que ponían “sol y diversión”.