Mediante esta resolución, contra la que no cabe recurso ordinario alguno, la Audiencia de Madrid confirma el archivo definitivo de la causa y despeja cualquier duda sobre el buen hacer de la Clínica La Luz y de todos los profesionales que trataron a Enrique Morente, fallecido el pasado 13 de diciembre de 2010.
La decisión judicial recoge que la actuación del centro y de todo su personal facultativo se ajustó en todo momento a las normas de buena práctica clínica. En este sentido, la Clínica reafirma que se hizo todo lo posible por salvar la vida de Morente, que como es ya de dominio público padecía una patología muy grave que comprometía seriamente su vida.El informe forense confirma que el diagnóstico y el tratamiento fueron los adecuados y la decisión terapéutica de intervenir al paciente fue asimismo la adecuada.