Condena por administrar un fármaco sin el CI

Redacción. Madrid
El Juzgado de Primera Instancia Número 7 de Majadahonda ha condenado a la aseguradora de una clínica madrileña a abonar una indemnización de 47.530 euros más intereses a una paciente derivada de un hospital de Murcia, por dejarle restos del feto cuando se le practicó una interrupción voluntaria del embarazo que derivaron luego en lesiones.

El juzgado madrileño se pronuncia así tras estimar parcialmente la demanda sobre los hechos acaecidos en 2010 con motivo del aborto practicado a esta mujer, residente en Murcia y que entonces tenía 39 años y había quedado embarazada por tercera vez (practicándole dos cesáreas).

A esta mujer se le realizó entonces una amniocentesis que confirmó una trisomía del cromosoma 18 del feto, por lo que se le ofreció en Murcia la interrupción voluntaria del embarazo remitiéndole a una clínica madrileña el día 17 de junio de 2010 para efectuarlo.

Tras la intervención, la paciente empezó a tener dolores hipogástricos y pese a ello fue dada de alta el 18 de junio de 2010 al no apreciarse anomalías. Una semana después, la mujer acudió a urgencias del hospital murciano y allí se le practicó laparotomía en la que se apreció perforación uterina con partes fetales saliendo de la misma, por lo que tuvo que ser sometida una histerectomía.

Tras ello, la paciente demandó a la clínica por administrarle el fármaco misoprostol sin el debido consentimiento informado previo, teniendo en cuenta que es un medicamento de uso compasivo que conllevaba alto riesgo de rotura uterina. En este sentido, el juzgado constata la existencia de restos fetales en la paciente y apunta que las "garantías" para evitar el daño "no fueron suficientes". Además, el tribunal no descarta la relación causal entre la presencia de restos fetales y las consecuencias médicas posteriores.

Además, considera acreditada la ausencia de consentimiento informado específico sobre la utilización del misorprostol, recalca la sentencia.