Ofelia De Lorenzo, presidenta de la Asociación Española de Derecho Sanitario.
El
Derecho Sanitario no es ajeno a la cuarta revolución industrial que poco a poco va transformando todos los estamentos de la sociedad española y que tiene, entre otros exponentes, a la
inteligencia artificial. No es extraño, por ello, que el
XXIX Congreso Nacional de Derecho Sanitario vaya a girar en torno a las nuevas tecnologías y los “desafíos y preocupaciones” que plantean ética y legalmente. “El uso de nuestros datos puede tener consecuencias muy positivas para fines médicos, pero sigue siendo extremadamente difícil protegerlos adecuadamente”, sentencia
Ofelia De Lorenzo, presidenta de la Asociación Española de Derecho Sanitario (AEDS).
De Lorenzo, también socia del bufete
De Lorenzo Abogados, confía en que el
XXIX Congreso Nacional de Derecho Sanitario que organiza la AEDS los días 16 y 17 de noviembre en Madrid sirva para dar respuestas a esta y otras novedades que afecten a esta disciplina “en los
terrenos normativo y jurisprudencial”. A este respecto, la abogada señala el creciente interés de asuntos “en los que se encuentran afectados derechos fundamentales de la persona”, desde la relación asistencial que mantiene con el sistema sanitario hasta su intimidad y confidencialidad. “En definitiva, en su
dignidad”.
“Nos inquieta, de forma especial, el propiciar un acercamiento y un entendimiento de los profesionales de los pacientes en una
relación simétrica del desempeño de la asistencia”, apunta la presidenta de la AEDS. En este sentido, subraya que el Derecho Sanitario “tiene el reto de
seguir en paralelo la evolución” de esta realidad.
"La inteligencia artificial plantea desafíos y preocupaciones a nivel ético y legal, pero también puede tener consecuencias muy positivas en sanidad"
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La letrada incide en que el sector de la sanidad está inmerso también en los “primeros días de la
cuarta revolución industrial”, que se caracteriza por la “confluencia simultánea de
numerosas tecnologías exponenciales”. Entre ellas, el ‘
Big data’, el ‘blockchain’, el internet de las cosas, la
robótica, la realidad virtual… “y, por supuesto, la inteligencia artificial”.
“La IA puede tener en el
ámbito clínico muchas y muy variadas aplicaciones de gran utilidad, entre ellas algunas como facilitar y
mejorar la capacidad de diagnóstico, predecir reingresos hospitalarios, ayudar en el
descubrimiento de nuevos fármacos o procesar y obtener información de
historiales médicos electrónicos”, expone De Lorenzo. Matiza, sin embargo, que su uso “también plantea varios
desafíos y preocupaciones éticas y legales”.
De Lorenzo apunta al paulatino surgimiento de proyectos de investigación con inteligencia artificial que facilitan el tránsito de un
enfoque de la salud “paliativo” a otro
“preventivo”. Este proceso se beneficia del uso de datos de los pacientes, que se ha “alimentado de algoritmos capaces de interpretarlos de manera automatizada”.
“Somos conscientes que la publicación de nuestros datos puede tener consecuencias muy positivas, en el desarrollo de la inteligencia artificial con fines médicos, sin embargo, sigue siendo
extremadamente difícil proteger estos datos adecuadamente, y es necesario estudiar y asesorar desde nuestra especialidad que estas tecnologías se puedan utilizar de forma
segura, eficaz y ética”, destaca.
“Transformación” del Derecho Sanitario
La abogada explica que el Derecho Sanitario “se halla en un proceso de
profunda transformación”, lo que no deja de ser habitual en una disciplina que es “objeto de actualización continua”.
“Si analizamos los retos del Derecho Sanitario nos encontramos siempre ante el hecho de que las prestaciones sanitarias inciden sobre un ámbito de la persona que resulta especialmente sensible desde el punto de vista de los
derechos fundamentales, concretamente sobre aquellos que se refieren a los bienes esenciales del ser humano y que derivan de modo directo de la propia dignidad de la persona”, detalla.
Alta participación en el Congreso de Derecho Sanitario
La propia De Lorenzo pone en valor el hecho de que prácticamente
todos los consejos profesionales sanitarios hayan decidido tomar parte en esta nueva edición del Congreso Nacional de Derecho Sanitario. “Supone tanto nuestra Junta Directiva como para mí misma motivo de orgullo”, reconoce la letrada.
De hecho, afirma que su presencia es “obligada”, dado que “la persecución del bien salud requiere unas condiciones de
confianza entre los actores sociales y de avance en las condiciones de los profesionales que lo proveen”.
“Las materias que conformaban en nuestros inicios el Derecho Sanitario y que afectaban a juristas y médicos, principalmente, se ha extendido hoy tras esas 28 ediciones del Congreso a todas las profesiones sanitarias: médicos, farmacéuticos, dentistas, veterinarios, podólogos y fisioterapeutas, así como profesionales de la Enfermería …, habiéndose producido la
multilateralidad que se necesita para el tratamiento científico del Derecho Sanitario. De ahí su presencia y papel”, celebra.
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