La cardiotoxicidad es una complicación de los tratamientos.
El
Grupo de Investigación en Regeneración y Trasplante Cardíaco (Retracar) y la
Unidad de Data Science, Bioestadística y Bioinformática del
Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe) han creado un algoritmo para la
predicción de cardiotoxicidad tras la quimioterapia en cáncer de mama.
Se trata de un método especialmente útil para pacientes con cáncer de mama, susceptibles de recibir tratamiento de quimioterapia con antraciclinas, según ha informado esta entidad en un comunicado.
La quimioterapia con antraciclinas produce cardiotoxicidad hasta 10 años después
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Las antraciclinas son un grupo de medicamentos que se emplean en el tratamiento del cáncer. Se encuentran entre los agentes quimioterapéuticos más comunes y uno de sus efectos secundarios adversos es la cardiotoxicidad. El algoritmo creado por el IIS La Fe está basado en una firma diagnóstica que combina
10 biomarcadores, concretamente micro RNA (miRNA), en la
predicción previa al tratamiento con antraciclinas para anticipar si una paciente sufrirá cardiotoxicidad.
Al aumentar la supervivencia, ha explicado la doctora
Pilar Sepúlveda, responsable del Grupo de investigación Retracar del IIS La Fe, "la enfermedad se cronifica, aparecen más casos de cardiotoxicidad en las pacientes y se prevé que éstos vayan en aumento".
De hecho, la cardiotoxicidad crónica se manifiesta generalmente 10 años después del inicio del tratamiento con antraciclinas y se debe a que las células cardiacas no se renuevan como las de otros órganos."Si dañas un corazón que tiene que trabajar entre 60 y 100 latidos por minuto durante el resto de la vida de la paciente, el estrés oxidativo generado por las antraciclinas en las células cardiacas puede provocar un daño irreversible", ha advertido.
Miocardiopatía
Así, un pequeño porcentaje de las pacientes que han recibido quimioterapia con antraciclinas desarrollan una
miocardiopatía dilatada asociada al tratamiento. Una circunstancia que "cobra relevancia especial" en los pacientes pediátricos. Niños diagnosticados de cáncer que también reciben antraciclinas como parte de su terapia, y que se curan del cáncer, pueden sufrir secuelas como la toxicidad cardíaca, que aparecen cuando aún tienen por delante muchos años de vida.
El origen de esta investigación se encuentra en un estudio inicial en
150 pacientes con cáncer de mama a las que se tomaron muestras antes de la quimioterapia y después de cada ciclo del tratamiento. El Grupo de investigación Retracar del IIS La Fe dispuso de una amplia batería de sueros, monitorizados con el control clínico propio de cada paciente, en los que se siguió la evolución de los miRNA. El equipo de investigación confirmó que
había una serie de miRNA que estaban diferencialmente expresados en los sueros recogidos antes de la quimioterapia en las pacientes que desarrollaron cardiotoxicidad frente a las que no.
Esto, ha apuntado Sepúlveda, "es muy interesante porque
permite anticiparse al daño y poder hacer una intervención que lo prevenga". El equipo analizó todos los marcadores de las muestras de los dos grupos seleccionados según la presencia o no de cardiotoxicidad y, tras un exhaustivo estudio bioinformático, se seleccionaron los miRNA más potentes.
Con estos, la Unidad de Bioestadística del IIS La Fe diseñó el algoritmo que facilita al especialista oncológico un porcentaje de probabilidad de sufrir cardiotoxicidad si la paciente recibe tratamiento con antraciclinas. Estos resultados se desarrollaron a través de un
proyecto de investigación europeo en colaboración con la Universidad de Maastricht y están protegidos por una patente europea pendiente de explotación.
Servicio de Cardiología
Después de los resultados obtenidos con pacientes adultas de la Unidad de cáncer de mama dirigida por la doctora Ana Santaballa, del Servicio de Oncología del Hospital La Fe, la firma diagnóstica se pretende validar en un
mayor número de pacientes, a través de la colaboración con el Servicio de Cardiología del Hospital La Fe y otros hospitales de ámbito nacional. Además, en colaboración con las unidades de Oncohematología pediátrica y Cardiología pediátrica del mismo hospital, se plantea explorar la utilidad de la firma diagnóstica en pacientes con cáncer infantil.
En cuanto a la innovación tecnológica, el grupo de investigación que dirige la doctora Sepúlveda ha recibido financiación de la
Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) para el proyecto Mircatox- PRO.
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