Luis Rodríguez Padial, presidente de la SEC
Ante la previsión de nuevas jubilaciones y el número de
plazas MIR de cada convocatoria anual, Cardiología echa cuentas para establecer la necesidad futuro de profesionales dentro de la especialidad. Las previsiones apuntan a
un crecimiento "excesivo" de la oferta con un 62 por ciento en el número de cardiólogos para la próxima década y el aumento consiguiente de los ratios hasta superar superar los
9 profesionales por cada 100.000 habitantes en 2035.
Según los cálculos reflejados en el informe presentado por la
Sociedad Española de Cardiología (SEC) sobre el
perfil del cardiólogo en España, el Sistema Nacional de Salud contaría con aproximadamente 3.400 especialistas, lo que supone un "ligero déficit" teniendo en cuenta el informe sobre la necesidad de Reino Unido realizado por David Hackett (2005) para la British Cardiac Society, la investigación que ha profundizado más en esta línea hasta el momento.
Aunque el volumen de profesionales actualmente por encima de los 60 años, casi el 18 por ciento, dejará paso a una
tasa de jubilaciones "más sosegadas en el tiempo", con una tasa de reposición a partir de 2028 de
casi 3 entradas por cada salida-, está previsto que la
oferta de plazas MIR se mantenga, dando lugar a un
superávit de cardiólogos en los próximos diez años.
Relevo generacional asegurado
En concreto, el SNS incorporará previsiblemente más de 2.000 facultativos a sus filas en este periodo, es decir un 62 por ciento más y casi el doble que el crecimiento experimentado en los últimos 13 años, debido a dos factores de signo opuesto. Por una parte, el
envejecimiento poblacional, que conlleva mayor carga de enfermedad cardiovascular, y por otra, la
reducción tendencial de la morbimortalidad cardiovascular en España, ajustada por edad, gracias a la prevención primaria y secundaria y a los avances de la práctica clínica.
La
evolución de la Cardiología en España se traducirá, por tanto, en un ratio 3 puntos superior al actual, situado en 6,3 cardiólogos por cada 100.000 habitantes, para 2035, ante la certeza del
relevo generacional en la especialidad. Al comprobar que el crecimiento esperado de la oferta de profesionales será "superior al de la necesidad", desde la SEC consideran que "habría que
moderar el número de plazas MIR de Cardiología en vez de mantener el nivel de la última convocatoria".
No obstante, el documento señala una distribución
"desigual" de profesionales entre las comunidades autónomas, con "diferencias geográficas significativas". Con alguna excepción, en tasa por habitantes se observa un claro gradiente sur–norte, de menor a mayor ratio de dotación de médicos especialistas en Cardiología. La Comunidad de Madrid (7,9), la Comunidad Foral de Navarra (7,89), el Principado de Asturias (7,75), Cantabria (7,19) y el País Vasco (7,07) encabezan los ratios con más de 7 médicos por 100.000 habitantes. En el otro extremo se sitúan, Andalucía (4,89), Extremadura (5,13), la Región de Murcia (5,32), La Rioja (5,38), y la Comunidad Valenciana y Aragón con 5,4 cardiólogos activos por 100.000 habitantes.
Las tasas máximas de cardiólogos se dan en comunidades con poca morbilidad ingresada por infarto agudo de miocardio (Comunidad de Madrid, Comunidad Foral de Navarra), y las mínimas aquellas con mayor tasa de ingresos hospitalarios (Andalucía, Extremadura).
Falta de cardiólogos rurales
Sin embargo, al no existir un registro nacional de datos con alcance geográfico detallado, actualizado y homogéneo de incidencia y/o prevalencia poblacional de las enfermedades relacionadas con el corazón, es difícil estimar hasta qué punto "esta variabilidad pudiera responder a
cuestiones de carga de enfermedad".
Las diferencias en dotación son extremas dentro de cada comunidad, con 37 de las 52 provincias por debajo de la media nacional. "También hay un patrón claro inverso asociado a la ruralidad ya que los cardiólogos se concentran en grandes ciudades y en provincias con entornos urbanos", desgrana el informe.
Cardiólogos más jóvenes
Mientras que en la actualidad hay casi un 30 por ciento de
cardiólogos mayores de 50 años, en 2035 se espera que esta cifra baje hasta cerca del 14 por ciento, estando la mayoría de
especialistas en el rango de edad de los 38 años en el caso de las mujeres y de 36 en el caso de los hombres.
En cuanto a la paridad, el
estudio de la SEC muestra como, a partir de 2028, habrá un predominio de
mujeres cardiólogas frente a los varones, aunque persistirá el predominio masculino por encima de la edad de 45 años. A pesar de esto, se espera un perfil "mucho más equilibrado", debido en parte a la tasa de reposición, donde entrarán más mujeres que hombres y poniendo la balanza al mismo nivel con las
previsibles incorporaciones que vayan entrando.
Este escenario más paritario es algo que ya empiezan a percibir las
nuevas generaciones de Cardiología. Diego Pérez, MIR de esta especialidad en
A Coruña, cuenta a
Redacción Médica como aunque puede haber más hombres que vienen de "años atrás" y más mayores, su percepción es la de que se ve ya un escenario "más nivelado", con grandes
cardiólogas como "jefas de equipo" y en otros puestos importantes.
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