Una bacteria específica puede descomponer la fructoselisina.
Un nuevo estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis ha arrojado luz sobre cómo los
microbios intestinales humanos descomponen los
alimentos procesados, como panes, cereales y
refrescos.
La investigación, publicada en la revista
Cell Host & Microbe detalla cómo una
cepa intestinal humana específica que descompone la
fructoselisina, un producto que se forma durante el procesado de los alimentos, conocidos como productos de reacción de Maillard y que están relacionados con
efectos perjudiciales para la salud.
Estos hallazgos abren nuevas perspectivas sobre el funcionamiento de los microorganismos intestinales y la posibilidad de desarrollar alimentos procesados más saludables y nutritivos. "Este estudio nos da una visión más profunda de cómo los microbios intestinales metabolizan los componentes de nuestras dietas modernas,
incluyendo la descomposición de los componentes que pueden ser perjudiciales para nosotros", ha señalado Jeffrey I. Gordon, director del Centro Familiar Edison de Ciencias Genómicas y Biología de Sistemas. "Ahora tenemos una forma de identificar estos microbios intestinales humanos y cómo metabolizan químicos dañinos en subproductos inocuos", ha señalado.
"La fructoselina es común en alimentos procesados como la leche, la pasta, el chocolate y los cereales"
|
En el nuevo estudio, los investigadores han demostrado que una bacteria específica llamada
Collinsella intestinalis descompone la fructoselisina en componentes que son inofensivos. "La fructoselisina es común en los alimentos procesados, incluyendo la leche, la pasta, el chocolate y los cereales ultra pasteurizados", ha señalado Ashley R. Wolf, investigadora posdoctoral en laboratorio de Gordon. "Altas cantidades de fructoselisina y químicos similares en la sangre
se han relacionado con enfermedades del envejecimiento, la diabetes y la aterosclerosis".
Ensayo en ratones
En el estudio se ha probado que ante una dieta con altas cantidades de fructoselisina, los ratones que albergaban
Collinsella intestinalis en sus comunidades microbianas intestinales mostraron un aumento en la abundancia de esta bacteria, así como un
aumento en la capacidad de las comunidades microbianas intestinales para descomponer la fructoselisina en subproductos inofensivos. "Esta cepa bacteriana específica prospera en estas circunstancias", ha señalado Gordon. "Y a medida que aumenta en abundancia, la fructoselisina se metaboliza más eficientemente."
Sin embargo, el ensayo ha demostrado que otras bacterias parecidas no respondían a la fructoselisina de la misma manera. Estos 'primos bacterianos', cuyos genomas varían un poco, no prosperan en un ambiente rico en fructoselisina.
Por eso, los investigadores han señalado que es necesario realizar nuevos estudios antes de que los científicos puedan identificar y aprovechar las capacidades específicas de los microbios individuales para limpiar el conjunto de sustancias químicas potencialmente nocivas.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.