13 oct. 2017 14:20H
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Utilizando células madre pluripotentes inducidas por el hombre (iPSC), un equipo de investigación del Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos, ha obtenido segmentos funcionales de intestino delgado con bioingeniería que, cuando se implantan en ratas, son capaces de suministrar nutrientes al torrente sanguíneo, como se detalla en un artículo publicado en Nature Communications.
"En este estudio hemos sido capaces de salvar la brecha entre la diferenciación de células individuales (dirigir las células madre para que se conviertan en un tipo específico de células) y la generación de tejido que muestra un mayor nivel de función, en este caso, la perfusión vascular y la absorción de nutrientes", dice el autor principal del informe, Harald Ott. "Aunque estudios anteriores han informado sobre la diferenciación exitosa de organoides (pequeñas unidades de tejido milimétricas) de iPSC, describimos una tecnología que permite a estas pequeñas unidades de tejido formar injertos de mayor escala que algún día podría utilizarse como órganos de reemplazo implantados".
Varias enfermedades gastrointestinales graves, incluyendo la enfermedad de Crohn, pueden conducir a la eliminación de todo o parte del intestino delgado, lo que lleva a una enfermedad llamada síndrome del intestino corto. Aunque a veces puede ser tratado con dietas especiales, muchos pacientes necesitan confiar en la nutrición intravenosa. El trasplante de intestino delgado es una opción factible de tratamiento, pero su disponibilidad es muy limitada debido a la escasez de órganos.
Los próximos pasos de la investigación
Mientras que el intestino delgado descelularizado proporciona el armazón estructural para el tejido complejo del revestimiento interior y los canales vasculares, la repoblación del armazón requiere el suministro, el injerto y la maduración de dos tipos de células (células epiteliales para el revestimiento intestinal y células endoteliales para los vasos sanguíneos) en los lugares adecuados.
"Nuestros experimentos in vivo demostraron que las iPSC humanas diferenciadas hacia un destino intestinal pueden ensamblarse en un injerto intestinal con un alto nivel de organización y conectarse a la vasculatura del receptor para permitir la absorción de nutrientes después del trasplante", afirma Ott. "Los próximos pasos serán madurar estos injertos y aumentar el constructo a un tamaño humano", adelanta.
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