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Al igual que otros síntomas comunes provocados por el Covid-19, el cansancio tiende a desaparecer a lo largo de las dos semanas en casos leves o moderados. Por lo general, esta afección desaparecía hasta ahora a los 10 o 14 días, un plazo de tiempo que se reduce sensiblemente con la variante Ómicron (la media se encuentra en los cuatro días).
Sin embargo, se han registrado casos de fatiga persistente que se mantiene más allá de los tres meses posteriores al contagio de coronavirus, que es el plazo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para referirse al 'long covid'. Algunos estudios, como el encabezado por investigadores de la Universidad de Washington, informan de que algunos pacientes seguían padeciendo cansancio por coronavirus incluso nueve meses después.
Desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) subrayan que la astenia es una de las afecciones más comunes en las personas que padecen el llamado ‘long covid’, el cual impide a los pacientes recuperar su estado vital previo. “En ellos los síntomas persisten más allá de las 12 semanas del inicio de sus síntomas, y son al menos un 10 por ciento de los contagiados. Cifra que sería superior si consideramos, como en algunas entidades, el límite para la persistencia de síntomas en las 4-6 semanas tras el contagio”, detalla.
El cansancio es también un síntoma achacable a la variante Ómicron, aunque, según las primeras investigaciones, el impacto en quienes lo padecen es ligeramente menor. En concreto, los efectos de la fatiga suelen durar alrededor de cuatro días frente a los 10-14 de la variante Ómicron.
De hecho, las investigaciones que se han llevado a cabo hasta la fecha apuntan a que los síntomas más corrientes que aparecen tras el contagio de la variante Ómicron tienen una duración media de entre dos y cinco días.
Por orden de afección, los síntomas de Ómicron son los siguientes:
Sin embargo, se han registrado casos de fatiga persistente que se mantiene más allá de los tres meses posteriores al contagio de coronavirus, que es el plazo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para referirse al 'long covid'. Algunos estudios, como el encabezado por investigadores de la Universidad de Washington, informan de que algunos pacientes seguían padeciendo cansancio por coronavirus incluso nueve meses después.
Desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) subrayan que la astenia es una de las afecciones más comunes en las personas que padecen el llamado ‘long covid’, el cual impide a los pacientes recuperar su estado vital previo. “En ellos los síntomas persisten más allá de las 12 semanas del inicio de sus síntomas, y son al menos un 10 por ciento de los contagiados. Cifra que sería superior si consideramos, como en algunas entidades, el límite para la persistencia de síntomas en las 4-6 semanas tras el contagio”, detalla.
¿Dura más el cansancio por Ómicron que por Delta?
El cansancio es también un síntoma achacable a la variante Ómicron, aunque, según las primeras investigaciones, el impacto en quienes lo padecen es ligeramente menor. En concreto, los efectos de la fatiga suelen durar alrededor de cuatro días frente a los 10-14 de la variante Ómicron.
De hecho, las investigaciones que se han llevado a cabo hasta la fecha apuntan a que los síntomas más corrientes que aparecen tras el contagio de la variante Ómicron tienen una duración media de entre dos y cinco días.
¿Cuáles son los síntomas de Ómicron?
Por orden de afección, los síntomas de Ómicron son los siguientes:
- Fatiga: duración media de 4 días
- Dolor de garganta: 3 días
- Dolor de cabeza: 2 días
- Dolor muscular: 2,5 días
- Fiebre: 2 días
- Estornudos: 3 días
- Apetito reducido: 3 días
- Sabor reducido: 2,5 días
- Dificultad para oler: 3 días
- Respiración fuerte: 2,5 días
- Dolor abdominal: 2 días.
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