Verrugas

Las verrugas son crecimientos benignos en la piel causados por la infección de la capa más externa por el Virus del Papiloma Humano (VPH) en diferentes partes del cuerpo, como las manos, los pies, el rostro y los genitales. El origen de dicha infección es, por regla general, el contacto directo de la piel con una persona o una superficie ya infectada.

Las verrugas pueden tardar semanas, meses o incluso años en desarrollarse después de la exposición al virus. Esa circunstancia puede variar según la ubicación de la verruga, la cepa específica del virus y la respuesta individual del sistema inmunológico.

No todas las personas infectadas con el VPH desarrollan verrugas. La respuesta inmunológica juega un papel crucial en la manifestación de las lesiones cutáneas, incluida la posible desaparición espontánea de las verrugas.

¿Qué tipo de verrugas existen?

Dependiendo de la zona del cuerpo en el que aparezcan y el tipo de VPH involucrado en su origen, las verrugas se pueden dividir en varios tipos:

• Verrugas comunes: suelen aparecer en las manos, dedos y rodillas, tienen una textura áspera y pueden presentar pequeñas manchas oscuras.
• Verrugas plantares: se encuentran en la planta del pie y pueden causar molestias al caminar. Tienen una apariencia más plana que las verrugas comunes.
• Verrugas planas: son suaves y planas, y generalmente aparecen en la cara, los brazos y las piernas.
• Verrugas genitales: se localizan en el área genital y son fruto de una infección de transmisión sexual (ITS).

¿Cuáles son los factores de riesgo para que aparezcan verrugas?

Los factores de riesgo para desarrollar verrugas varían dependiendo de la susceptibilidad individual de cada persona. Entre estos podemos destacar:

• Contacto con el Virus del Papiloma Humano (VPH)
• Sistema inmunológico débil, lo cual incluye a personas con VIH/SIDA y aquellas que están bajo tratamientos inmunosupresores
• Los niños y adolescentes tienden a ser más propensos a desarrollar verrugas que los adultos.
• Traumas en la piel como cortes, raspaduras que puedan ofrecer puntos de entrada al VPH
• Uso de instalaciones comunes como piscinas, gimnasios y vestuarios que usan muchas personas distintas
• Antecedentes familiares
• Humedad y calor, que pueden favorecer la transmisión del VPH

La prevención incluye evitar el contacto directo con las verrugas, no tocarlas y practicar una buena higiene para reducir el riesgo de propagación del virus. También existen vacunas contra el VPH.

¿Qué síntomas conllevan las verrugas?

• Dolor o molestias: las verrugas generalmente no son dolorosas, pero, en algunos casos, especialmente cuando están en áreas de presión o roce constante, pueden volverse sensibles o dolorosas.
• Cambios en la piel circundante: alrededor de las verrugas, la piel puede volverse más áspera o gruesa.
• Aparición de pequeños puntos negros: algunas verrugas pueden tener pequeños puntos negros en su superficie, que son pequeños vasos sanguíneos coagulados.
• Rápido crecimiento o propagación
• Comezón
• Enfermedades relacionadas: las verrugas en sí mismas no suelen provocar enfermedades graves, pero el VPH que las causa puede estar asociado con un mayor riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer como el de cérvix.

¿Cómo se diagnostican y cómo se tratan las verrugas?

El diagnóstico de las verrugas generalmente es fruto de la observación clínica. En algunos casos, se hacen biopsias para confirmar la presencia del virus.
Como con otras circunstancias, el tratamiento de las verrugas varía según el tipo y la ubicación. Algunas opciones de terapia se basan en medicamentos tópicos u otros más invasivos como la crioterapia, el láser y la extirpación quirúrgica. En el caso de verrugas genitales, se pueden usar métodos específicos para eliminarlas.