Diccionario de enfermedades

Test mini-mental

Las 30 preguntas del test mini-mental

Qué es el Minimental o test de demencia?


El mini-mental test -conocido en la comunidad científica como MMSE (siglas del inglés de 'Mini-Mental State Examination)- es una prueba sencilla que permite evaluar la función cognitiva en adultos de forma rápida y por ende detectar precozmente la presencia de deterioro en esta. De esta forma, los facultativos pueden intuir desde una disminución leve de las funciones cognitivas hasta casos de mayor gravedad, como puede ser una demencia. Asimismo, contribuye a medir el avance del desgaste y la respuesta a los tratamientos de los pacientes. Puede ayudar también a la detección de formas incipientes de enfermedad de Alzheimer, pero se requieren pruebas sofisticadas, más allá de esta herramienta.

Esta prueba de las capacidades cognitivas fue desarrollada en 1975 por los psiquiatras Marshall Folstein, Susan Folstein y Paul McHugh, profesionales del New York-Presbyterian / Weill Cornell Medical Center y la Medical School de la Universidad de Oregón (Portland, Estados Unidos). Su empleo se ha generalizado en el ámbito médico por su facilidad y celeridad y aparece con frecuencia en la revisión de facultades mentales de cualquier persona. "Se puede aplicar mini-mental test en un tiempo razonable y por personas que no tienen que ser muy expertas. Esto hace que lo empleen desde especialistas hasta profesionales de Atención Primaria", ha destacado el neurólogo cognitivo y conductual y miembro de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Cristóbal Carnero.


¿En qué consiste el Minimental test?


El Minimental es una prueba de tipo cuantitativo a través de la cual se miden diferentes áreas del conocimiento, como la memoria, la comprensión verbal y la orientación, además de habilidades de lectura, escritura, dibujo o cálculo de la persona que es evaluada. "Se trata de un test de 30 preguntas. Por cada respuesta correcta, el paciente se lleva un punto", ha explicado Carnero.

Para su realización, se recomienda buscar entornos tranquilos y sin distracciones. Además, se hace de forma individual, para evitar interferencias. El ejercicio dura aproximadamente 15 minutos, tiempo que controla el facultativo con un cronómetro.

PREGUNTAS del mini-mental test (Total de 30 puntos)


Antes de comenzar con el examen, el médico debe saludar e intercambiar un par de palabras con el examinado, con la intención de comprobar si su interlocutor cuenta con las capacidades suficientes para seguir una conversación y entender lo que se le pide. A su vez, se evaluará que vista y oído del paciente se encuentran en buen estado para abordar la prueba.

Una vez verificadas las facultades del individuo para realizar el mini-mental test, el profesional arranca con las preguntas. Estas se dividen en los bloques de Orientación, Registro, Atención y cálculo, Recuperación y Lenguaje.

Orientación, con un máximo 10 puntos, evalúa la conciencia del sujeto sobre el lugar y tiempo en el que se encuentra. Así, se le plantean cuestiones sobre:

• Año, estación del año, día del mes, mes y día de la semana.
• Comunidad autónoma, provincia, ciudad.
• Nombre del Hospital o clínica donde se encuentra y número de la planta o piso.
Se da un punto por cada parámetro respondido de forma adecuada.

Registro -máximo tres puntos- se centra en la capacidad del paciente para memorizar. De esta forma, este tiene que:

• Nombrar tres objetos: manzana, mesa y moneda -por ejemplo-. Debe repetir inteligiblemente y con una breve pausa cada uno de ellos. Se da un punto por cada una.
• Repetir las palabras hasta que el paciente las haya memorizado. Más adelante se preguntará por ellas.

Atención y cálculo -máximo 5 puntos- identifican posibles problemas de concentración. Este aparto consiste en:

• Deletrear una palabra al revés. Por ejemplo, PRUEBA al revés: ABEURP. Se da un punto por cada letra bien colocada. (ABUERP anotaría dos puntos).
• Se solicita que cuente desde 100 hacia atrás restando de siete en siete. Por cada paso bien restado se da un punto hasta un máximo de cinco.
Por norma general, el paciente solo realiza el ejercicio numérico, pero, en caso de no sepa restar, se lleva a cabo el apartado de deletrear la palabra.

Recuperación -máximo 3 puntos- mide la capacidad de retención del paciente. Para ello, se ha de volver al bloque de Registro:

• Recitar los tres objetos memorizados en la sección de registro. Por cada uno bien respondido se da un punto.
Lenguaje -máximo 9 puntos- focaliza la atención en el nivel de comprensión del examinado. Para ello, se enfrenta a los siguientes retos:

• El paciente debe nombrar dos objetos que le son presentados, por ejemplo, un lápiz y un reloj. Se otorga un punto por cada uno.
• Repetir una frase, como “en un trigal había 5 perros”. La respuesta correcta se cifra en un punto.
• Seguir una orden en tres fases: coger una hoja de papel con la mano derecha, plegarla por la mitad y dejarla en el suelo, por ejemplo. Su realización completa se valora con un máximo de tres puntos.
• Leer y obedecer las siguientes órdenes: cierre los ojos; escriba una frase; copie un dibujo (dos pentágonos solapados). En total, tres puntos.


Resultados


Una vez realizada la prueba, el facultativo debe sumar los puntos y establecer una nota numérica. Según el número de aciertos, se puede determinar el estado de la capacidad cognitiva del paciente. "Una persona sin ningún problema puede hacerlo perfecto. A lo mejor, puede tener algún fallo ocasional, pero suele conseguir entre 25 y 30 puntos. Puntuaciones por debajo revelan que puede existir un deterioro cognitivo", ha puntualizado el experto consultado. La tabla es la siguiente:
  • Puntuación normal: 25 puntos o más
  • Deterioro leve: entre 19 y 24 puntos.
  • Deterioro moderado: entre 14 y 18 puntos.
  • Deterioro grave o demencia: menos de 14 puntos.
Asimismo, en ocasiones, hay que realizar una corrección de las puntuaciones, según las circunstancias del paciente. Por ejemplo, una persona ciega no partirá de una puntuación de 30, ya que no puede llevar a cabo ejercicios como el de dibujo o escritura, por lo que se tiene que reajustar la calificación. Tampoco se valorará igual a las personas con diferentes niveles de estudios. Por ello, se otorga un punto más en la nota final a aquellas personas que finalizaron sus estudios a los ocho años y tienen menos de 75. Dos puntos en caso de que superen los 75. Si dejaron de ir a la escuela entre los 9 y los 17 también se les añade un punto. En el resto de casos, no se tiene en cuenta ninguna excepción.

Precisamente, edad y nivel educativo son dos de los parámetros que más influyen en los resultados del mini-mental test. Así, estas son las calificaciones que denotan facultades cognitivas correctas en las pruebas según años y grado de estudios:

Educación básica o primaria

• Edad entre 18 a 69: puntuación media 22-25.
• Edad entre 70 to 79: puntuación media 21-22.
• Edad de más de 79: puntuación media 19-20.

Educación de grado medio

• Edad entre 18 y 69: puntuación media 26-27.
• Edad entre 70 y 79: puntuación media 25.
• Edad de más de 79: puntuación media 23-25.

Educación de grado superior

• Edades entre 18 y 69: puntuación media 28-29.
• Edades entre 70 y 79: puntuación media 27.
• Edad de más de 79: puntuación media 25-26.

Educación Universitaria

• Edades entre 18 y 69: puntuación media 29.
• Edades entre 70 y 79: puntuación media 28.
• Edad de más de 79: puntuación media 27.


¿Dudas ante el mini-mental test?


Pese a su utilización extendida en el ámbito sanitario, existen voces críticas con el Minimental test. Carnero ha resaltado que es "una prueba con un sesgo cultural bastante marcado", ya que exige "saber leer y escribir". "Hay pruebas que resultan extremadamente sencillas para una persona instruida, pero inabarcables para alguien analfabeto", ha apuntado el neurólogo, quien ha agregado que "más de un tercio de la población mundial no tiene las habilidades de lectura y escritura", especialmente las personas de mayor edad, que acostumbran a ser las que más se someten a este tipo de pruebas, o los migrantes, que no pueden no manejar el idioma en el que está diseñado el examen.

Precisamente, una mayor instrucción puede nublar los resultados a la hora de reconocer determinados supuestos de deterioro cognitivo. "El mini-mental test es útil para determinar si una persona tiene demencia o no. Pero detecta de peor manera cuadros más leves por este sesgo cultural del que hablaba, cuando lo que interesa es no esperar a que el deterioro sea demasiado intenso", ha argumentado Carnero.

Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.